A base de cañonazos y de una sólida labor de Max Fried, los Bravos sacudieron a los Astros 7-0 en el sexto juego de la serie que dominaron 4-2, ante un desconsolado Minute Maid Park a reventar.
Fue en 1995 cuando por última vez Atlanta se coronó en las Grandes Ligas. Aquella vez también definieron la serie en 6 partidos y se impusieron a los Indios de Cleveland.
Chipper Jones, Fred McGriff, David Justice, Luis Polonia, Tom Glavine y Greg Maddux, son apenas una parte de aquellos recordados Bravos de Atlanta que ahora deberán compartir el espacio de la historia con los actuales campeones.
La fiesta la comenzó el cubano Jorge Soler en la tercera entrada, al conectar un lanzamiento que viajó 446 pies. La pelota cayó fuera del estadio y trajo las primeras 3 carreras del partido.
El as de los Astros, Luis García, apenas se sostuvo «bailando» en la loma 2.2 entradas, con 2 hits, 3 carreras, una base y 3 ponches y dejó el partido tras el castigo del cubano.
En cambio, Max Fried se mantuvo sólido para Atlanta y trabajó 6 entradas completas con apenas 4 hits y 6 ponches. No otorgó bases.
Dansby Swanson también pegó un kilométrico cuadrangular que pegó en la parte superior de la barda del jardín izquierdo en el quinto inning, impulsando 2 carreras más sobre el dominicano Cristian Javier. Ya ganaban 5-0 ese momento.
Freddie Freeman impulsó la sexta en la misma entrada con un doblete que puso a los Astros fuera de órbita y luego agregó otra con jonrón en la séptima.
Esta vez no hubo resurrección de Houston, que en el juego 5 regresó de una desventaja de 0-4 para ganar y regresar la serie a su casa.
Para el último inning vino Will Smith a despachar a los Astros. Cuando cayó el out 27, comenzó a escribirse una nueva historia para los Bravos, que ganaron su cuarta Serie Mundial.
Va a ser una larga noche: en Atlanta nadie dormirá, y en Houston, la fiesta será para otra ocasión.