Lo que es cierto, y esta marcha así lo demuestra, es que hay un parte importante de la ciudadanía que está organizándose y haciendo su chamba para contrarrestar, lo que ellos consideran, es un ataque a la democracia. A las manifestaciones no van “bots”, es, me parece, la más genuina de las demostraciones de participación, que si bien, son engrosadas por acarreados, si dejan entrever una intención autentica de hacerse escuchar.
El Presidente Andrés Manuel, no tardó en lanzar las críticas a dicho evento, dijo y dijo bien, que esto es muestra de que aun vivimos en un país auténticamente democrático, pero mencionó, que la democracia que persiguen los participantes, es de los oligarcas, de los ricos y los corruptos, para no perder la costumbre.
Lorenzo Córdoba, que fue por mucho tiempo la piedra en el zapato de AMLO estando dentro del INE, continuó con el discurso que ha manejado desde su salida, “pasamos más de 40 años construyendo una “escalera” para que quien tuviera los votos pudiera acceder al primer piso, y hoy, desde el gobierno pretenden destruirla.” Mencionó en una parte de su participación en el zócalo de la Ciudad de México.
Claudia Sheinbaum, apuntó que hay mucha falsedad e hipocresía en aquellos que marchan, cosa en la que podríamos estar de acuerdo, sin embargo creo, que en esta movilización si hay un reflejo de que una parte no tan pequeña de la población coincide en que la democracia podría peligrar, por lo menos tal como la conocemos.
Negar que hay un descontento creciente en una parte de la población mexicana es estar viendo sola la mitad de la película, en lo que tienen razón quienes critican la marcha, es que durante mucho tiempo ese sector estuvo contemplando atropellos y corruptelas en silencio, quizá en aquel entonces ellos no se veían como victimas inmediatas.
Para bien o para mal, la manifestación abona al equilibrio de fuerzas, siempre es sano que haya contrapesos y en esta ocasión es solo la sociedad organizada quien lo logra, pues tenemos una oposición prácticamente borrada del escenario. Con exigencias como el piso parejo en medios de comunicación, la difusión de que los programas sociales son constitucionales, que el INE Y EL TEPJF puedan hacer su trabajo con imparcialidad, entre muchas otras, la marcha pudiera dar la pauta para que los candidatos de la alianza PAN-PRI Y PRD, se pongan de acuerdo en su discurso y logren impregnarlo en un terreno, que ya se demostró, puede ser fértil para este mensaje.
Ya para terminar con el tema de la marcha, Xóchitl, celebró lo que ella llamó “energía cívica”, obviamente esto le da esperanza de tener un capital político oculto, que podría aprovechar si conecta con ese electorado y logra, por fin, aterrizar su proyecto político en la oposición inteligente, cuestión que aún se antoja difícil.
Pre- registros.
A lo largo y ancho del Estado Grande se comienzan a completar los cuadros para las próximas elecciones, en general, las cosas han fluido de manera ordenada, es interesante ver como los partidos políticos se van adaptando a la nueva realidad, panistas y priistas se mezclan en un amasijo surrealista, sin hallar su espacio, seguramente lo que pasará es que en cada uno de los casos el equipo más grande vaya adiestrando al más débil, claro a razón de compromisos políticos, puestos y dadivas.
En Morena no es muy distinto el escenario, yo diría que es más bien igual, al haber menos espacios para la competencia, provocado por la alianza, muchos dolidos y acalenturados han saltado de un sartén a otro, Morena está recibiendo tanto a candidatos como equipos que por un mal trabajo de cicatrización en sus partidos, han decidido buscar suerte en otro lado. Obviamente esto provoca suspicacias y en muchos casos enconos, pues quienes han trabajado para el partido de AMLO, desde hace muchos años, no ven con buenos ojos a los advenedizos.
En el caso de Movimiento Ciudadano, todo parece indicar que en las próximas elecciones decrecerá, pues en algunos casos, como el de Bocoyna aún no se define si participará, en otros como en Urique, es seguro que no tendrá candidato y en muchos otros su modus operandi fue suplido por Morena, es decir, a quienes no pueden obtener una postulación en la alianza, como dijimos anteriormente, deciden sumarse a este partido.
Lo que percibimos en general, es un bajo nivel de competencia, a nivel federal, pareciera que las cosas no cambian y en lo local, la emoción aún no se nota, esto es lógico, pues los trabajos de los precandidatos aún están centrados en encontrar y concretar sus equipos. Por cierto en esta semana se registraron Macario Hermosillo y Miguel Parra quienes buscarán la reelección a la presidencia y la sindicatura, respectivamente.
En el caso anteriormente mencionado, la alianza busca equilibrar las cosas con un candidato a la presidencia del pueblo con mayor población en el municipio de Bocoyna, como lo es San Juanito, y con un candidato a Síndico de Creel, que representa el segundo lugar en número de habitantes.
En Guachochi, pareciera que la guerra de encuestas continúa, en estos días se han realizado aquellas para encontrar a quien será ungido por Morena, que estaría compitiendo con el actual presidente Pepe Yañez. Lo que se antoja difícil, es medir de manera certera la intención del voto en un municipio serrano como Guachochi, donde los tiempos y momentos suelen cambiar de manera estrepitosa las “simpatías”, además de las cuestiones de dispersión y escaso acceso a telecomunicaciones, esto al ser un municipio con un porcentaje alto de ciudadanos que viven en zonas apartadas.