Los hechos ocurrieron en la ciudad de Bloomfield, en Iowa, Estados Unidos.
Según las autoridades locales, Steven comenzó las vejaciones contra su hija prácticamente desde su nacimiento, hasta que cumplió los seis años.
«Crook abusó sexualmente de una niña, a veces de manera violenta, desde que era una niña», se lee en el comunicado de la fiscalía de Iowa.
Además, fotografiaba los abusos y algunos de ellos los transmitió en vivo por Internet.
«Crook tomó fotografías y videos del abuso sexual y, en algunos casos, transmitió el abuso en redes sociales […] alentó a sus seguidores a verlo violar a la niña en vivo en Internet»
Las violaciones pararon cuando el hombre de 29 años fue denunciado por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados, así como detenido en marzo del 2018.
Durante el juicio, Steven se declaró culpable de los crímenes sexuales que protagonizó en contra de su hija.
Al respecto, el violador solo atinó a decir que solo abusó sexualmente de su hija «menos de 100 veces».
Kendra Hoover, novia de Steven, también fue detenida, pues vio los videos de las violaciones y permitió que las agresiones continuaran.
Stephanie M. Rose, jueza del caso, calificó a Steven como una amenaza para los niños por lo que decidió darle la mayor sentencia: 120 años.