López Obrador pasará la próxima semana recorriendo seis estados del sur de México, incluidos Quintana Roo, Yucatán y Tabasco, donde nació el presidente, realizando eventos de hasta 50 personas y promoviendo obras públicas, incluido su emblemático Tren Maya, dijo el viernes en una conferencia de prensa.
“Me voy a ir con tiempo porque voy hasta Cancún, voy a ir haciendo paradas, quedándome en el camino hasta llegar a Cancún el domingo, para estar temprano”, dijo López Obrador. “Tenemos que ir hacia la nueva normalidad”.
El brote de coronavirus había obligado a López Obrador a suspender su rutina de recorrer el país para celebrar eventos multitudinarios, un estilo característico de su forma de gobernar. Ahora, dice que volverá a visitar todos los estados a medida que México reabre lentamente la economía y crecen los casos de COVID-19.
México reportó esta semana un récord de 501 muertes diarias por coronavirus. Hasta el viernes sumaban 84 mil 627 casos confirmados y 9 mil 415 muertes.
El país está avanzando en la lista de las naciones con los brotes más mortales, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins.
A partir de la próxima semana, el Gobierno planea comenzar a abrir lentamente más partes del país y la economía si disminuyen indicadores como la tasa de ocupación hospitalaria, aunque las escuelas se mantendrán cerradas.
Al asumir el cargo, López Obrador puso el avión presidencial en venta y comenzó a viajar en clase turista en vuelos comerciales para seguir con su campaña política perpetua. En este próximo viaje, dijo que irá por tierra y que se hospedará en instalaciones militares o en casas de amigos en el camino, “se va a cuidar para que no se infrinja, no se viole, ninguna norma”. Sin dar “un mal ejemplo”, dijo.
Desde el Palacio Nacional, en el centro de Ciudad de México, donde vive López Obrador, hay más de mil 600 km hasta Cancún, en el estado de Quintana Roo, y tomaría cerca de 19 horas y 40 minutos conducir directo, según Google Maps.