Tras la detección de esta nueva cepa proveniente de África, López Obrador explicó que de cada 100 africanos, solo seis cuentan con la vacuna.
Calificó como una vergüenza que el 95% de las vacunas que se distribuyeron en el mundo son de las grandes farmacéuticas.
“No es que sea terrible la nueva variante, es que se abandonó a los pobres del mundo como suele pasar… Se creó el mecanismo COVAX para entregar vacunas que los países pobres contaran con vacunas y resulta que al día de hoy ese mecanismo ha distribuido el 5% del total de las vacunas aplicadas. Es una vergüenza el 95% son vacunas de los grandes laboratorios y farmacéuticas”, dijo.
Por su parte, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell dio a conocer que el cierre de las fronteras y cancelación de vuelos son medidas efectivas para reducir la ansiedad, pero son selectivas y no impiden que las cepas de COVID lleguen a México, como pasó con Delta.
Explicó que de acuerdo al Panel de Asesoramiento de la Organización Mundial de la Salud no se ha demostrado que esta cepa “ómicron” sea más virulenta ni más transmisible, tampoco, no se ha identificado que cause una enfermedad más grave.