«Se está haciendo ya un trámite en relaciones exteriores para impugnar esta ley, y además nosotros vamos a estar siempre en contra de estas medidas», declaró el Presidente durante una conferencia de prensa. Su postura refleja la preocupación por las acciones que afectan a los migrantes, subrayando la importancia de defender los derechos humanos y garantizar un trato justo para aquellos que buscan mejores condiciones de vida.
AMLO también abordó las motivaciones políticas detrás de la ley texana, señalando al gobernador de Texas y sugiriendo que su actuar responde a aspiraciones políticas personales. «El gobernador de Texas actúa así porque quiere ser vicepresidente de los republicanos y con estas medidas ganar popularidad. No va a ganar nada, al contrario, va a perder simpatías», advirtió el mandatario mexicano.
El Presidente recordó la rica historia y diversidad de Texas, recordando que antes pertenecía a México y haciendo hincapié en la significativa presencia mexicana en la región. AMLO hizo un llamado a la sensibilidad y recordó principios fundamentales, indicando que «en la biblia se dice que no hay que tratar mal a los forasteros». Describió como inhumano el acto de detener migrantes en plena temporada de frío y llevarlos a Nueva York para dejarlos frente a la casa de la vicepresidenta de los Estados Unidos.
«Es algo inhumano lo que ha hecho, manda a detener a migrantes en esta temporada de frío y los lleva a Nueva York y los tira en frente de la casa de la vicepresidenta de los Estados Unidos», expresó AMLO, condenando la acción como una muestra de falta de compasión. Concluyó su intervención señalando que estas tácticas no le funcionarán al gobernador de Texas, comparándolo con el gobernador de Florida, DeSantis, cuyas acciones similares no resultaron en ganancias políticas sostenidas.