Si bien la situación sanitaria mejora en Europa, la evolución de la pandemia no permite aún reanudar de manera segura los viajes internacionales por «una amenaza persistente y nuevas incertidumbres», advirtió Hans Kluge, el director para Europa de la OMS.
«Es una amenaza imprevisible», aseguró por su parte Catherine Smallwood, responsable de las situaciones de urgencia en la OMS Europa. «La pandemia no terminó».
Según datos de la institución, en el conjunto de la región (que alcanza hasta una parte de Asia central), el número de nuevos casos cayó 60 por ciento en un mes, pasando de 1.7 millones a mediados de abril a 685 mil la semana pasada.
«Vamos en la buena dirección, pero tenemos que mantenernos vigilantes (…) el incremento de la movilidad, de las interacciones físicas y de las reuniones puede conllevar a un aumento de la transmisión en Europa», insistió el director regional, afirmando sin embargo que los viajes esenciales seguían estando autorizados.
La reducción de las restricciones sociales tiene que llevarse a cabo en paralelo a un aumento en la detección, el rastreo y la vacunación.
«No hay riesgo cero», reiteró Kluge. «Las vacunas son quizás una luz al final del túnel, pero no podemos dejarnos cegar por esta luz».