Fueron investigadores de la Universidad de Oxford quienes publicaron artículo original, al cual aún le falta revisión de pares, pero que de entrada da buenas expectativas a la vacuna de AstraZeneca al señalar que protege de la variante británica B.1.1.7., asociada con mayor velocidad y efectividad de transmisión.
Los descubrimientos del nuevo estudio detallan que el análisis mostró que la vacuna resulta en una reducción de la carga viral (la cantidad de coronavirus infectando al cuerpo) y el cambio de muda en la también llamada «variante de Kent» descubierta en el condado de Kent, Inglaterra.
In a preprint early announcement of data, our #OxfordVaccine researchers have said that the ChAdOx1-nCoV 19 vaccine remains effective against one of the 'Kent' variants of #COVID19: https://t.co/TmGTXgKtIv
— University of Oxford (@UniofOxford) February 5, 2021
El estudio confirma que la vacuna disminuye la transmisión de la enfermedad COVID-19 provocada por el virus SARS-CoV-2, señala la Universidad de Oxford al respecto.
Andrew Pollard, jefe investigador de la prueba de la vacuna, declaró este viernes 5 de febrero que “los datos de nuestros ensayos con la vacuna ChAdOx1 (nombre de la dosis fabricada por AstraZeneca y Oxford) en el Reino Unido indican que la vacuna no sólo protege contra el virus original de la pandemia, sino que también protege de la nueva variante” británica que causó el rebrote en Reino Unido.
De acuerdo con los estudios de la fase III de esta vacuna de tipo vector viral, tiene 76% de efectividad para prevenir una infección con síntomas por tres meses con sólo una dosis.
Otro estudio reciente habla de que aumenta la efectividad si hay intervalo mayor al planeado inicialmente entre la primera y segunda dosis.
Cabe resaltar que México acordó recibir 77.4 millones de dosis de AstraZeneca, por lo que hasta el momento es la principal vacuna que usará el país para combatir la pandemia.
México y Argentina fabricarán más de 210 millones de dosis para América Latina, con costo de entre 3 y 4 dólares por cada una. Ambos países aprobaron el uso de la vacuna británica, en espera de obtener las primeras inyecciones este mes.