Está por cerrar el ciclo de cinco años para entregar agua de México a Estados Unidos, y en vista de la sequía del norte mexicano, eligieron cumplir el compromiso con dos presas y dos ríos para cubrir los faltantes, por lo que no extraerían más agua de Chihuahua.

La decisión.

Sesionó la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), con la comisionada Adriana Beatriz Carolina Reséndez Maldonado representando a México; y la comisionada María-Elena Giner representando a Estados Unidos

La reunión fue en Ciudad Juárez el jueves 7 de noviembre, de la cual resultó el Acta 331 en la cual acordaron que México pague los faltantes de agua del ciclo 2020-2025 con dos presas y sumando dos ríos ante la sequía que azota al norte mexicano, para cumplir el Tratado de Aguas de 1944.

Ríos que aprovecharán pagar el faltante.

Normalmente el tratado se paga con agua de los ríos Conchos (Chihuahua), San Diego, San Rodrigo, Escondido y Salado, y Arroyo de las Vacas; sin embargo con la sequía y la deuda que todavía tiene México, agregarán dos ríos de manera excepcional y que no están en el tratado.

Río San Juan: Es un afluente del río Bravo que cruza Nuevo León y Tamaulipas.

Es el más importante para Nuevo León porque abastece la presa El Cuchillo y al área metropolitana de Monterrey.

No está contemplado como río tributario dentro del Tratado de Aguas, así que su uso será extraordinario por la situación de sequía.

Río Álamo: También afluente del río Bravo, se ubica en el estado de Tamaulipas.

Lleva agua a la presa Falcón ubicada entre Nueva Ciudad Guerrero (Tamaulipas) y Starr (Texas). Ese embalse de agua de hecho servirá para pagar el tratado.

Presas.

El agua la harán llegar a Texas con las presas internacionales que tiene México en la frontera, por lo que próximamente abrirán sus compuertas:

Presa La Amistad (Coahuila).

Es un lago artificial concluido en 1969 en los gobiernos de Nixon y Díaz Ordez, ubicado entre Acuña (Coahuila) y Val Verde (Texas).

Precisamente su construcción estuvo a cargo de la CILA, su nombre representa la amistad entre ambos países y tiene esculturas de los animales simbólicos: en el lado sur un Águila Real Mexicana y en el norte un Águila Calva Estadounidense.

Esta presa reúne agua de los ríos Pecos y Devil’s. Fue erigida para evitar inundaciones de poblados pero también conserva agua estratégica para la región y produce energía eléctrica. También es un atractivo turístico de recreación.

Su cortina es de 77 metros de alto sobre el lecho del río.

Tiene un vaso de almacenamiento de 7 mil 050 millones de m3, es un titán, con más del doble de la capacidad que tiene La Boquilla (la presa más grande de Chihuahua).

Presa Falcón (Tamaulipas).

Se trata de una presa entre Starr (Texas) y Guerrero (Tamaulipas), de importancia clave para el estado de Nuevo León.

Construida en 1953, tiene el objetivo de conservar agua, la irrigación de la zona y generación de energía.

Fue inaugurada or los entonces presidentes Adolfo Ruiz Cortines y Dwight D. Eisenhower.

Los propios archivos del Gobierno Federal, específicamente de la Dirección General Adjunta de Ocenaografía, Hidrografía y Meteorología de la Secretaría de Marina (Semar) señalan que “la construcción de la presa tenía la finalidad, además, de dar fin a los conflictos del uso del agua” entre Zapata y Starr (condados de Texas) y Nueva Ciudad Guerrero (Tamaulipas).

Tiene una capacidad de 4 mil 862 millones de metros cúbicos, un 67% superior a La Boquilla.

“Guerra del Agua” de 2020.

En la ‘Guerra del Agua’ en Chihuahua entre agricultores y el Gobierno Federal -por medio de Conagua, Guardia Nacional y el Ejército Mexicano- finalmente cedieron las autoridades.

No volvieron a abrir la presa La Boquilla y terminaron por dotar a Estados Unidos del agua faltante del Tratado de ese ciclo con La Amistad y Falcón.

Ahora Chihuahua no se encuentra en una situación del 2020 donde el Gobierno Federal intente abrir la presa La Boquilla, sin embargo la sequía extrema del 2023 y de este 2024 han dejado a La Boquilla en apenas 15% y Las Vírgenes en un 11% de sus capacidades, por lo que es altamente probable que en el año 2024 no haya ciclo de riego.

Esto significa que no abrirían las presas para regar los campos de la región agrícola del centro-sur del estado de Chihuahua y tendrán que abastecerse de agua por otras vías, principalmente pozos, quienes los tengan.

 Aquí puedes leer el Acta 331 de la sesión de la CILA en Ciudad Juárez: http://www.cila.gob.mx/actas/331.pdf

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