Desde muy temprana hora, el clima tropical de Urique, municipio que se encuentra a 500 metros sobre el nivel del mar, abrazó a cada uno de las y los competidores provenientes de diferentes partes de todo el mundo.
Algunos con tenis, otros con ropa deportiva y unos más con huaraches y ropa típica de los pueblos indígenas, partieron de la meta pasadas las cinco de la mañana.
El amanecer fue testigo de la energía, dedicación y esfuerzo de cada uno de las y los participantes.
La carrera trascendió, el arranque fue difícil, pues aún se observaban las estrellas y no terminaba de despejarse el cielo; pero eso no fue impedimento, por el contrario; había muchísimo entusiasmo.
Los minutos pasaron, y las y los corredores atravesaron senderos rocosos y estrechos, rodeados de desfiladeros.
Los cañones más hermosos y profundos del mundo, fueron la sede de este evento, el cual forma parte de FITA Chihuahua, mismo que es realizado por la dirección de turismo de la Secretaría de Innovación y Desarrollo Económico del gobierno del estado.
La competencia se dividió en dos categorías, la de 42 kilómetros y la de 80.
En diferentes puntos se les regaló agua, fruta, pinole y comida a las 900 personas que se inscribieron, pues era necesaria la hidratación para poder continuar.
Los primeros en llegar a la meta fueron los inscritos en la categoría de los 42 kilómetros, en donde Silvino Cubesabare, de Huisuchi, Urique, resultó ganador con un tiempo de tres horas treinta y un minutos y catorce segundos.
Tres horas treinta y tres minutos y cincuenta y dos segundos, fue el tiempo registrado de Octaviano Ramírez López de Tomochi, Guachochi, mismo que obtuvo el segundo lugar.
La tercera posición en esta categoría, se la llevó Héctor César Martínez Ramírez, de ciudad Juárez, Chihuahua con tres horas treinta y cuatro minutos y siete segundos.
En la rama femenil, la estadounidense Rosie Frankowski, ganó el primer lugar. El cronometro marcó cuatro horas veinte minutos y cuarenta segundos.
Lupita Guerrero Morales de San Juan del Río Querétaro, llegó a la línea de meta con un tiempo de cuatro horas treinta y un minutos cincuenta y tres segundos.
Desde la Ciudad de México, Carina Guadalupe Mendoza Sánchez, vino a este municipio para llevarse el tercer lugar con cuatro horas, cuarenta y seis minutos y treinta y nueve segundos.
Más participantes siguieron concluyendo con esta categoría.
Luego de 6 horas con cuarenta y tres minutos y un segundo, arribó Miguel Lara Viniegras, originario de Urique, Chihuahua, quien por sexta vez ha salido victorioso en esta competencia de talla internacional.
Recibido con aplausos, Miguel festejó al lado de su hijo, su esposa y con los espectadores quienes les pedían fotografías.
Gabriel Torres Jordan de la Ciudad de México, se llevó el segundo lugar con un tiempo de 6 horas cuarenta y siete minutos veintinueve segundos.
Posteriormente Antonio Vallejo Ortiz, de Guerrero, México y con un tiempo de seis horas cincuenta y ocho minutos y trece segundos, obtuvo el tercer lugar en esta competencia.
Cientos y cientos de corredores continuaron cruzando la meta y recibiendo su medalla, la gente que iba finalizando les gritaba “¡ánimo!” o “¡weriga!”, que en ralàmuli significa lo mismo.
Anahí Rivera Olmedo de Orizaba Veracruz, triunfó en la rama femenil de los 80 kilómetros con un tiempo de ocho horas, seis minutos y un segundo; entre aplausos posó paras las fotos y sonrió para la cámara.
El segundo lugar se anunciaba, la gente la esperaba y pese a que presentó una lesión en el tobillo, Jael Morales Oseguera de Tlaxiaco, Oaxaca, llegó a la meta con un tiempo de ocho horas treinta y cuatro minutos y doce segundos.
Al recibir su medalla, se le brindó atención médica inmediata, sin embargo, la emoción de ella era tanta que dijo sentirse muy feliz de haber concluido con esta competencia y de poder conocer por primera vez el municipio de Urique y apreciar de toda su belleza.
Con un tiempo de nueve horas y dieciséis minutos y seis segundos, María García García, obtuvo el tercer lugar.
Para muchos, esto significa un reto personal, para otros es por el placer de poder correr con los indígenas quienes son considerados por los extranjeros como los mejores corredores de todo el mundo.
Esta experiencia es una de las más importantes para las y los competidores quienes se van a casa con una sonrisa y con la satisfacción de haber cruzado la meta en este ultramaratón en el que 13 países y 19 estados de la república, estuvieron presentes.