Ucrania e Italia disputaban el boleto a la final, por lo que ambos saltaron al terreno de juego con mucha cautela y con mayor exigencia en la zona defensiva.
El silbante brasileño Raphael Claus se mostró riguroso durante el partido y así evitar que el encuentro se le saliera de las manos, ya que en el primer minuto decidió amonestar al atacante ucraniano Danylo Sikan por una jugada peligrosa.
En el primer tiempo se notaba nerviosismo por ambas selecciones, lo que generó pocas llegadas de peligro en el área rival, pero conforme pasaban los minutos, la balanza se inclinaba para Ucrania.
Para la segunda parte, con un poco más de soltura, en el minuto 65 se escuchó el grito de gol que hizo retumbar el estadio Municipal de Gdynia, en una jugada por derecha que filtró un pase hacia el manchón penal, en el que Serhii Buletsa se encontró con el balón y con un escopetazo anotó.
El gol en contra ocasionó que los italianos tuvieran mayor llegada a la portería del contrario, pero en el afán de atacar, descuidaban la zona defensiva, y las “descolgadas” no tardaron en aparecer.
Una jugada mano a mano se originó al minuto 71, pero el atacante ucraniano no tuvo suerte y desaprovechó la oportunidad de finiquitar la contienda.
Denys Popov en la lucha de pelear una pelota, obtuvo su segundo cartón preventivo lo que causó su expulsión y la desventaja en los minutos finales.
Una desesperada Italia no bajó los brazos y en tiempo de compensación convirtió un gol de antología hecho por Gianluca Scamacca, pero fue anulado por parte del Video Asistente Arbitral (VAR) y con el tiempo ya por terminar, la ilusión del conjunto “azzurri” se desplomó, luego de no lograr la hazaña de disputar por primera vez una final de la Copa del Mundo.