La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), teme que casi 670 personas hayan muerto tras un deslizamiento de tierra en el norte de Papúa Nueva Guinea.

El jefe de Misión de la OIM, Serhan Aktoprak, declaró que 150 casas de la localidad de Yambali terminaron enterradas por el catastrófico evento.

En Yambali vivían casi 3 mil 900 personas oficialmente, pero la cantidad real podría ser mucho mayor.

En tanto, más de 250 casas fueron evacuadas y estiman que 1,250 personas fueron desplazadas, y muchos lugareños buscaron alojamiento temporal en casas de familiares y amigos cercanos.

La zona sigue planteando un «riesgo extremo», ya que las rocas siguen cayendo y el suelo está expuesto a una presión cada vez mayor, dijo Aktoprak.

«La gente está retirando los cuerpos enterrados bajo la tierra con palos de excavación, palas y horquillas agrícolas», añadió.

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