Luego de que el fenómeno natural sacudiera el sureste de Turquía y Siria en las primeras horas de este lunes 6 de febrero, provocó el derribo de cientos de edificios y mató a más de 2 mil 300 personas, el sismo registró de 7.8 grados en escala Richter.
De acuerdo con los medios internacionales, los grupos de rescatistas reportan que hasta el momento aún quedan cientos de personas bajo los escombros, y la cifra de víctimas seguirá subiendo conforme despejen el área de los edificios y estructuras derribadas.
El presidente turco, Recep Tayip Erdogan, tuiteó que “se enviaron de inmediato equipos de búsqueda y rescate” a las áreas afectadas. “Esperamos superar este desastre juntos lo más pronto posible y con la menor cantidad de daños”, agregó.