El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que el ataque ocurrió en la madrugada de hoy, a las 03:25, y tuvo como objetivo una instalación militar en la región región de Briansk, en la frontera con Ucrania.
Según el informe militar ruso, las baterías antiaéreas S-400 y Pantsir derribaron cinco de los seis misiles lanzados, pero un proyectil logró impactar en el recinto, causando un incendio que fue extinguido rápidamente. Afortunadamente, no hubo víctimas ni daños personales. «No se registraron muertos ni heridos», señaló el Ministerio de Defensa ruso en su comunicado oficial.
Este ataque representa un punto de inflexión en el conflicto, y marca el primer uso confirmado de misiles ATACMS por parte de Ucrania. Estos misiles tienen un alcance de hasta 300 kilómetros, lo que les permite golpear objetivos estratégicos dentro de territorio ruso, lejos de las líneas del frente.
El ataque se produce poco después de que varios medios estadounidenses informaran de que Washington había permitido a Ucrania utilizar sus misiles ATACMS contra objetivos militares situados dentro de Rusia.
El Estado Mayor ucraniano informó previamente sobre un ataque exitoso contra un arsenal del Ejército ruso en la región de Briansk, sin detallar el armamento utilizado. Sin embargo, este nuevo ataque confirma que Ucrania ha comenzado a utilizar misiles de largo alcance, una autorización que, según medios occidentales, fue dada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.