Aunque en enero de este año los analistas encuestados por el Banco de México (Banxico) proyectaban que la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) fuera de 2.2 por ciento, ahora prevén que llegue a 3.0 por ciento.
Esto obedece a que diversos sectores mostraron un mejor comportamiento al previsto, entre ellos, el comercio al por mayor.
Sin embargo, el PIB aún sigue rezagado respecto al ritmo al que podría crecer, señaló Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex.
«Fue un año de sorpresas positivas, trimestre con trimestre nos fuimos encontrando con datos mejores de los que esperábamos», dijo.
De acuerdo con el Inegi, en octubre pasado, la actividad económica avanzó un 4.8 por ciento interanual.
Roldán resaltó que el nivel del PIB regresó a niveles prepandemia, aunque todavía se encuentra lejos de su potencial.
No obstante, dijo, para 2023 crecerá a un paso más lento, debido a la desaceleración que se prevé en Estados Unidos, aunque descartó que ocurra una contracción.
Detalló que Finamex estima que el PIB registre un crecimiento de 1.2 por ciento en dicho año.
«No son tan malas noticias, pero hay que reconocer que venimos muy rezagados», comentó.
Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve Por más, coincidió en que el crecimiento del PIB sorprendió este año, ya que tuvo un comportamiento mejor al esperado, aunque recordó que crecimiento económico del País pudo ser de 2 por ciento al año en promedio, de no haber existido la pandemia de Covid-19 que a su vez generó una crisis económica.
Destacó que este año hubo un comportamiento mixto, mientras en el sector manufacturero tuvo un importante crecimiento, el de la construcción se mantuvo con un importante rezago, lo cual evidencia los bajos niveles de inversión que hay en el País.
Asimismo, recordó que desde 2021, la inflación en México empezó a registrar niveles elevados y en 2022 se ubicó por arriba del 8 por ciento, lo que erosionó el poder adquisitivo de las personas.
En agosto y septiembre, la inflación general alcanzó su punto más alto al ubicarse en 8.70 por ciento a tasa anual.
Mencionó que esto afectó en mayor medida a las personas de menores ingresos, ya que son quienes destinan gran parte de sus ingresos en productos de la canasta básica.
Brenda Flores, investigadora de análisis económico del Observatorio México, ¿Cómo Vamos?, señaló que la inflación fue uno de los principales retos para México y recordó que la de los alimentos fue de doble dígito.
Por ejemplo, en noviembre pasado, la inflación de alimentos, bebidas y tabaco fue de 14.09 por ciento a tasa anual.
«El próximo año seguirán incrementando, pero a un menor ritmo. El que la inflación baje no es sinónimo de que los precios bajen, al contrario, siguen aumentando, pero en menor medida», dijo.
Según la encuesta de expectativas de Banxico, en 2022, la inflación cerrará en 8.06 por ciento y en 5.10 por ciento al cierre de 2023.