Los menores llegan principalmente procedentes de países como Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Ecuador, Brasil, Cuba, Haití y de México
Durante su estancia, los NNA migrantes que viajan solos y que llegan al país una vez que autoridades de Estados Unidos inician el proceso para repatriarlos a sus lugares de origen, reciben apoyo psicológico personal, pláticas psicoemocionales por el duelo migratorio y para prevención del suicidio.
También reciben atención médica, alojamiento, alimentación y participan en actividades educativas, lúdicas y ocupacionales, que les permiten pasar el tiempo de una mejor manera, dado que en promedio permanecen hasta 3 meses en las instalaciones, en lo que se resuelve su situación migratoria.
La Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, implementa los mecanismos jurídicos para la protección y restitución de derechos de niñas, niños y adolescentes en situación de movilidad.
Con relación a la población migrante extranjera no acompañada, se cuenta con equipos multidisciplinarios que evalúan cada situación y anteponen el interés superior de la niñez, al emitir las respectivas medidas de protección.
Dichas medidas consisten en solicitud de refugio, regularización por razones humanitarias, reunificación familiar en México, reunificación familiar en un tercer país y en los casos que ameriten, el retorno asistido a su país de origen.
Con relación a las niñas, niños y adolescentes migrantes de nacionalidad mexicana, identificados como repatriados, se trabaja en coordinación con las procuradurías estatales de protección a menores, para procesar reunificaciones familiares y brindarles el adecuado seguimiento.