Este “virus invisible que ha puesto en jaque a todo el mundo” ha generado una situación económica y social inusual que va a conducir a una nueva normalidad, aunque muchas cosas ya no serán iguales.
“Hay un cambio civilizatorio de la sociedad industrial a una nueva civilización tecnológica que tiene efectos muy positivos”, añadió.
Entre los consejos empresariales que propone, ha recordado la de trabajar 3 días a la semana durante 11 horas para abrir espacio a otras personas, elevar 10 años -hasta los 75- la edad de jubilación para evitar la quiebra de la situación financiera de los países, no vender por debajo del coste, tener estructuras simples o mínimos niveles jerárquicos.
También planea incrementar la producción, la competitividad, el control de gastos, minimizar la inversión en activos no estratégicos, reinvertir el dinero o potenciar la creatividad empresarial.
Además, ha destacado la cooperación mundial de todos los países para el desarrollo de las vacunas, que cree que estarán listas antes de un año, y la labor ejemplar del personal médico.
Durante su participación virtual en el XIX Congreso de Directivos CEDE, el dueño de América Móvil, del Grupo Carso o de la española FCC, ha insistido en que es muy importante que España no se quede atrás y que continúe los cambios a toda velocidad para tener cierta presencia en esta nueva civilización que se ha acelerado con la pandemia y que tiene sus pilares en el desarrollo tecnológico y la innovación.
En el caso de España, que en su opinión tiene un gran capital humano, sería esencial conducir este cambio civilizatorio, tal y como está haciendo China, que está protagonizando el liderazgo mundial a nivel económico, tecnológico e industrial gracias a una alta productividad.
Otro retraso importante en España, en su opinión, es en materia de infraestructura, por lo que ha abogado por una mayor inversión privada en este ámbito para contribuir a la riqueza y a la generación de empleo.
En el caso de Europa, Slim ha señalado que le cuesta trabajo hacer los cambios y que mientras se ven, por poner un ejemplo, empresas como Amazon en Estados Unidos o como Alibaba en China, no se ven iniciativas en Europa ni en España, donde hay grandes oportunidades.