En ese periodo de tiempo se realizaron 80 mil 717 operaciones en el aeropuerto capitalino, de las cuales 30 mil 270 no llegaron a tiempo, es decir, 37.5 por ciento.
Del total de vuelos demorados, 7 mil 45 se atribuyeron directamente a las aerolíneas; los retrasos tuvieron que ver con temas operativos, tripulaciones, mantenimiento de aeronaves, documentación.
De las otras 23 mil 225 operaciones con retraso fueron atribuidas a la operación de AICM, de las cuales 12 mil 230 se debieron a repercusiones con un tercero, 7 mil 643 a temas meteorológicos, mil 629 a eventos ocasionales y mil 723 no imputables.
Para el especialista aéreo Juan Antonio José el hecho de que el puerto aéreo capitalino tenga un alto índice de demoras por repercusiones de terceros es el reflejo de que están fallando muchos aspectos de manera frecuente.
«Eso habla de un caos operativo. Es la falta de gestión de la operación como producto de las decisiones de las autoridades que no están analizando lo que está pasando.
«Se les está saliendo de la mano la operación no sólo a las autoridades, sino también a las aerolíneas», aseguró.
Agregó que en este momento México cuenta con una autoridad débil que está más preocupada por recuperar la Categoría 1 en seguridad aérea, por lo que se le asignan otras tareas a los funcionarios y operativos para resolver ese tema, lo que ha derivado en el descuidando sus actividades diarias.
«El tener un aeropuerto famosamente impuntual y con muchas demoras le quita atractivo porque las aerolíneas no querrán operar ahí o lo harán incrementando sus tarifas, porque su productividad se reduce y eso desincentiva a los pasajeros», comentó.
Enfatizó las demoras relacionadas con las aerolíneas muestran la precariedad financiera con la que están operando y cómo les está afectando la falta de personal, principalmente de pilotos.
Gabriel Rojas, también especialista del sector, coincidió en señalar que las demoras por repercusiones de un tercero son temas que le corresponden a la autoridad aeronáutica y son parte de la responsabilidad que le corresponde.
«Tiene mucho que ver cómo opera un aeropuerto y vemos que no se le está dando la importancia que debería de dársele», enfatizó.
Si el AICM forma parte Sistema Aeroportuario Metropolitano se le tiene que dar el mantenimiento y atención para su correcta operación, puntualizó Rojas, además de darle seguimiento y cumplimiento a los procesos para su correcta operación y que sea seguro para los usuarios.
Enfatizó que el aeropuerto capitalino ha arrastrado muchos vicios desde años anteriores, los cuales se han acrecentado en los últimos años pues las autoridades han puesto más atención a infraestructuras como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), lo que ha generado su abandono cuando se les debe dar el mismo nivel de importancia.