El aumento fue en la magnitud que los especialistas esperaban, pues va en sintonía con el alza que hizo también la Reserva Federal de Estados Unidos, que fue de 75 puntos.
Los fuertes incrementos en la tasa base en ambos países ya han comenzado a rendir sus frutos. En México, por segundo mes consecutivo, en octubre bajó la inflación, mientras que en Estados Unidos también disminuyó esta semana más de lo esperado.
Sin embargo, mientras los precios se desinflan poco a poco, los créditos salen cada vez más caros y afecta a quienes solicitan nuevos o los que tienen en tasas variables.
De acuerdo con Banxico, los indicadores disponibles anticipan una expansión moderada de la actividad económica mundial en el tercer trimestre, aunque las perspectivas para 2023 han continuado deteriorándose.
La inflación global se mantiene elevada y persisten riesgos al alza, si bien las presiones sobre los precios de los bienes primarios y las disrupciones en las cadenas de suministro han dado señales de mitigación.
En un comunicado, Banxico indicó que las condiciones financieras permanecieron apretadas. Un amplio número de bancos centrales continuó incrementando sus tasas de referencia, algunos en menor magnitud a lo previsto. Se anticipa que dichas tasas permanezcan en niveles altos por un período prolongado.
El peso mexicano se apreció, mostrando mayor resiliencia que otras monedas. Las tasas de interés de corto plazo aumentaron, mientras que las de mediano y largo plazos presentaron cambios acotados. En el tercer trimestre la economía mexicana continuó recuperándose.
La inflación general disminuyó ligeramente en octubre, para ubicarse en 8.41 por ciento, debido a una disminución de su componente no subyacente.
Sin embargo, la inflación subyacente continuó con su tendencia al alza y alcanzó un nivel de 8.42 por ciento. Tanto la inflación general como la subyacente han seguido afectadas por las presiones acumuladas derivadas de la pandemia y del conflicto bélico.
Las expectativas correspondientes para 2022, 2023 y el mediano plazo volvieron a ajustarse al alza.
Las de largo plazo se mantuvieron estables, si bien por arriba de la meta. Para el corto plazo, los pronósticos para la inflación general presentan revisiones marginales a la baja, mientras que los correspondientes a la subyacente se revisaron ligeramente al alza.
Se sigue anticipando que la inflación converja a la meta de 3 por ciento en el tercer trimestre de 2024.
Alejandro Sandoval Murillo, presidente local del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), explicó que para mantener el equilibrio en la diferencia de tasas en ambos países, el aumento de la tasa en México tiene que ser forzosamente en la misma proporción.
La economista Erika Donjuán Callejo dijo que se debe seguir manteniendo igual el diferencial de las tasas para así evitar la fuga de capitales y afectaciones al tipo de cambio, el cual ha beneficiado al peso en conjunto con otros factores como la alta recepción de remesas, inversión extranjera directa y exportaciones, que han impulsado el flujo de dólares en el país.
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