Durante la reunión, los sacerdotes expresaron su intención de colaborar activamente con el gobierno estatal para enfrentar los retos de seguridad en Chihuahua. Reconociendo la importancia del trabajo comunitario, la iglesia ofreció su apoyo para implementar acciones dentro y fuera de sus templos, buscando proteger a los ciudadanos y fortalecer el tejido social.
Uno de los temas centrales fue el papel de la Pastoral Social en la construcción de un bienestar integral para las comunidades, alineando esfuerzos con el gobierno estatal.
Ernesto Guerrero Bernal destacó que la Basílica de Guadalupe, ubicada en una zona vulnerable entre Chihuahua y Aquiles Serdán, no solo será un recinto religioso, sino también un símbolo de reconstrucción social; «Estamos comprometidos con transformar este espacio en un lugar de paz y esperanza para todos», afirmó.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública reafirmó el compromiso de la corporación por trabajar de la mano con la iglesia y otros sectores sociales, fortaleciendo estrategias que promuevan la seguridad y el desarrollo comunitario.