Agregó que los productores locales están muy preocupados por esta posibilidad, misma que se discute en el Consejo de Cuenca del Río Bravo, donde la Comisión Nacional del Agua (Conagua) tiene “modelos matemáticos” equivocados, los cuales al parecer indican que el estado tiene capacidad de enviar agua a Nuevo León.
“Estamos preocupados porque la zona centro sur tenemos muchos productores chiquitos, sería un crimen”, agregó el líder campesino.
De los diez mil productores que se estiman son usuarios de esas presas, alrededor de 9 mil 500 son pequeños. “Es un crimen y una falsa visión del presidente Andrés Manuel López Obrador querer hacer justicia con el recurso hídrico”, dijo.
Jesús Emiliano señaló que no es lo mismo la disponibilidad de agua que hay en la región lagunera a la existente en la entidad.
“En lugar del tren Maya, el presidente debería buscar que se pusieran vías del tren para llevar depósitos de agua desde el centro y sur del país hasta Monterrey, yo creo que sería una inversión extraordinaria. Podrían mandar góndolas de agua a través del ferrocarril”, dijo.
Con relación al bajo nivel de almacenamiento, promedio general del 22 por ciento que tienen actualmente las diez principales presas estatales, Jesús Emiliano dijo que si se sacara la poca agua que hay, se perdería la mayoría entre evaporación, rodamiento y filtración.
Además, mencionó, la propia infraestructura de la presa sin agua colapsaría.
“Simplemente no podemos mandar agua que no tenemos. A criterio nuestro de cómo están programando en la Conagua con sus números salvar problemas de otro asunto de fondo en Nuevo León, en el que no es justo que si tenemos una cantidad de agua que prácticamente es la reserva de los vasos receptores, quieran con esa intensión llevarse el agua de Chihuahua”, dijo Jesús Emiliano.
“Sí ha habido lluvias, pero los vasos receptores que tenemos acá no han sido afortunados”, mencionó.