La condena fue emitida ayer por la jueza Socorro Olivia Porras Armendáriz, quien además impuso la cantidad de 10 mil 374 pesos, mismos que tendrán que ser saldados en un plazo de dos meses, además de 6 mil 680 pesos que serán destinados a Janet Hernández Pucci, integrante de la asociación Cat Family Chihuahua, quien j u n t o con Marcela Cárdenas han estado luchando para que haya justicia.
Esta es la primera vez en la historia del Tribunal Superior de Justicia que es emitida una sentencia por actos de maltrato y crueldad animal.
En la audiencia realizada ayer, el acusado dijo sentirse arrepentido de haber arremetido en contra del pequeño felino y que ese tiempo en la prisión le había hecho cuestionarse sobre lo ocurrido en aquella ocasión.
A principios del año pasado, la Policía Municipal recibió una llamada de auxilio por parte de un grupo de vecinos que, aterrados, atestiguaron los crueles actos de tortura a los que fue sometido el gato a manos de Hugo Alonso: le quemó los ojos y el cuerpo, cortó su cola y desolló los cojinetes de sus patas.
Los uniformados, al llegar a la escena y de inmediato detuvieron al hombre.
Así es como llegaron Janet y Marcela, quienes no dudaron en llevar al animalito con un veterinario para salvarle la vida. “Me pasan el reporte a mí de un gatito que estaba siendo torturado, que le habían cortado la cola. Me dirijo yo al domicilio y lo encuentro tirado, quemado, sin cola, con sus patitas desolladas y en ese momento ya estaba la Policía y ya tenían detenida a la persona. Yo me llevé al gatito a recibir atención médica para salvarle la vida, literal, porque se estaba muriendo. Fue sometido a cirugía y decidimos proceder en contra la persona por la vía legal”, recuerda Janet.
La extrema crueldad que sufrió el minino fue suficiente razón para que Marcela Cárdenas presentara una denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE), como representante de Cat Family AC, para iniciar una batalla legal en busca de justicia. Finalmente, y tras este proceso, Hugo Alonso estará unos días más en prisión y esta se convertirá en una de las condenas más significativas en el estado.