El juez P. Kevin Castel sentenció a Hernández a pasar 45 años en una prisión federal, y 5 en libertad condicional. Un jurado lo declaró culpable en marzo en el tribunal federal de Manhattan tras un juicio de dos semanas, que fue seguido atentamente en su país de origen.
Hernández dijo ser inocente cuando se le dictó sentencia. También afirmó que fue acusado errónea e injustamente. El juez Kevin Castel le impuso además una multa de 8 millones de dólares, y emplazó al abogado a que aclare en dos semanas cómo los pagará.
El ex mandatario enfrentaba una sentencia obligatoria mínima de 40 años y hasta cadena perpetua tras ser declarado culpable de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y de dos cargos relacionados con armas de fuego.
Hernández, de 55 años, sirvió durante dos periodos como líder de la nación centroamericana, de aproximadamente 10 millones de habitantes.
Fue arrestado en su casa de Tegucigalpa, la capital hondureña, tres meses después de dejar el cargo en 2022, y fue extraditado a Estados Unidos en abril de ese año.
El abogado del ex presidente de Honduras dijo que apelará la sentencia. Con la mirada algo perdida y el semblante serio, el letrado Renato Stabile manifestó su descontento a la prensa y señaló que la sentencia «no es una victoria», por lo que la recurrirán para tratar de conseguir un nuevo juicio.
«No creo que haya una reducción de la pena, queremos que haya un nuevo juicio. (JOH) considera que en un nuevo proceso sería declarado inocente”, aseguró Stabile.
Desde hoy, la defensa tiene un plazo de 14 días para comunicar a la Corte su decisión de apelar. Stabile aclaró que será «un proceso largo» para el que JOH está mentalmente preparado.