Ante la pregunta sobre el rechazo de los distribuidores mexicanos de automóviles sobre la regularización de los extranjeros, López Obrador expuso lo anterior.
Específicamente dijo: «Es lógico que los distribidores de los carros no estén de acuerdo con la regularización de los carros extranjeros, es normal que ellos estén en contra de esta medida».
Sin embargo, justifica que «nosotros consideramos que ayuda a mucha gente que no tiene para comprar un carro nuevo de agencia que ya tienen los carros que los utilizan para sus actividades productivas».
Añadió que si están los carros no regularizados «hay un descontrol y se utilizan esas unidades para cometer delitos y hace falta tener un registro».
Entonces, anunció que solicitarán Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que informe la próxima semana «cómo va lo de la regularización y contestar la preocupación de los distribuidores, que es legítima».