«El sábado en la noche apareció completamente seca, pero desde hace una semana la comunidad lo estaba monitoreando para cuidar las especies», dijo Armando Valenzuela, habitante de la zona.
Unos 150 residentes recogieron peces y los pasaron a otros lagos, aunque algunos se usaron para consumo de las familias.
Pobladores reportaron el fenómeno a través de fotografías y videos divulgados en redes sociales.
«No queda nada en lo que era una gran extensión de agua y un lugar de turismo», afirma un lugareño en un video.
Donde antes había una extensión aproximada de 20 hectáreas de agua, ahora sólo se observa tierra erosionada.
Hay 10 lagos más pequeños que se secan cada año y los otros reducen su nivel, comentó Valenzuela.
El lago principal de la comunidad Tzibaná mantiene un buen nivel agua para seguir realizando las actividades eco turísticas de las que vive el poblado.
Metzabok fue decretado en 1998 como área natural de protección de flora y fauna para contribuir con el aprovechamiento y conservación de los recursos naturales de la zona, con una extensión de 3 mil 368 hectáreas.
Considerado sitio sagrado de la cultura Maya, Metzabok también forma parte de la Red Mundial de Reservas de la Biósfera de la Unesco.
De acuerdo con información oficial, los lagos de Metzabok son alimentados por diversas corrientes de agua, incluidas las que provienen del Río Usumacinta, de los más caudalosos del País.
Fuentes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas informaron que emprendieron un análisis para conocer la causa real del descenso de agua, aunque adelantaron que la baja de precipitaciones de este año ha sido un factor.