En un mensaje a la nación desde el Palacio de Miraflores, en donde recibió a personal diplomático asentado hasta la semana pasada en Washington DC, Maduro arremetió contra el intervencionismo del gobierno de Donald Trump y exigió el cese de acciones en contra de la estabilidad del país.
«Somos capaces de plantarnos frente al imperio gringo y decirle: así no, Donald Trump. Golpe en Venezuela, no. Not that way, Donald Trump. Le pido solidaridad al pueblo de Estados Unidos y que le digamos a Trump: hands off Venezuela».
Maduro advirtió que el bloqueo de cuentas de PDVSA también implica el interés estadounidense en hacerse de la empresa refinadora y comercializadora Citgo, que a pesar de operar en territorio estadounidense es de propiedad y capital venezolano.
«Son medidas unilaterales, ilegales, inmorales, criminales. Con estas medidas se pretende robarnos la empresa Citgo a todos los venezolanos. Los Estados Unidos han decidido transitado el camino hoy de robarle la empresa Citgo a PDVSA y es un camino ilegal. Su objetivo es quitarnos las riquezas nuestras».
En cuanto a la situación actual que enfrenta el país, el mandatario sudamericano reiteró su disposición al diálogo con los opositores y aseguró que países «del Caribe» buscan organizar conversaciones de paz con la ONU. Maduro insistió en que su mandato está respaldado en la Constitución y celebró el apoyo anunciado por las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB).
En cuanto al rompimiento de relaciones diplomáticas con Washington, afirmó que desde que el pasado 23 de enero que dio la orden del retiro de personal consular en territorio estadounidense, inició también un plan alternativo para implementar una «Oficina de Intereses» de Venezuela en ese país y viceversa.