Ciudad de México.- En México, el «caminito a la escuela» fue lento y, ya en las aulas, la recuperación de aprendizajes perdidos durante la pandemia por Covid-19 va a paso de tortuga y pese a esfuerzos la SEP nada más no encuentra esos «pares de patines para poder ir veloz». Sin una estrategia efectiva, advierten especialistas, el rezago escolar podría extenderse a 4 sexenios. 

 Según un estudio comparativo de la OCDE entre 30 países, México con más de 250 días, fue la nación que por más tiempo tuvo cerradas las escuelas por causa de la pandemia. 

 En la canción «Caminito de la escuela», Cri-Cri contaba la historia de estudiantes que se apresuraban entusiasmados porque estaban «encantados de volver», pues querían aprender.

 En el País, el 30 de agosto de 2021 ocurrió lo mismo, tras casi año y medio de confinamiento obligado por la emergencia sanitaria. 

 Sin embargo, ese anhelo de los alumnos no bastó para recuperar lo perdido desde aquel 20 de marzo de 2020 que las escuelas cerraron. Ellos pasaron más de un ciclo escolar tomando lecciones frente al televisor, sin un maestro que pudiera observar su desempeño o aclarar sus dudas. Otros más, no tenían TV ni celular y ante estas barreras, dejaron la educación. 

 Han pasado más de tres años del cierre de escuelas por decreto gubernamental y casi dos años de que los alumnos regresaron a las aulas. En el transcurso de este tiempo, las voces de expertos han sido insistentes y los reproches cada vez más fuertes, al considerar que la SEP ha fallado, pues aunque los educandos han avanzado de grado, este no coincide con su nivel de conocimientos, puesto que tienen dificultades en lectura y matemáticas, materias en las que este País de por sí, por varios años ha tenido un bajo puntaje. 

 Además, reclaman la falta de acciones efectivas para tomar de la mano y ayudar a volver a quienes dejaron la escuela. Esto, resaltaron, es una verdadera emergencia nacional, un gigante problema social cuyas repercusiones se extienden a un nivel alarmante y al que el Gobierno sólo ha dado largas.

Urgen a tomar medidas

Diversas son las estimaciones realizadas por especialistas sobre el rezago educativo causado por la pandemia. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial (BM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) coinciden en la previsión de que este atraso es de dos años para países de América Latina. 

 Especialistas de la UNAM han alertado que está en riesgo una generación de estudiantes y el rezago escolar puede ser de hasta cuatro años, pero la organización especializada en educación, Mexicanos Primero con base en pruebas y encuestas aplicadas a alumnos de educación básica advierte que si no se toman medidas urgentes, el rezago podría ser de hasta 4 sexenios, 24 años.

 En entrevista, Fernando Ruiz Ruiz, director de Investigación de Mexicanos Primero indica que las autoridades mexicanas no han tomado acciones contundentes pese a que las repercusiones, como la pérdida de aprendizajes y el abandono escolar se advirtieron desde 2020 por organismos internacionales, al señalar que eran consecuencias esperadas por emergencias generadas en distintas épocas a nivel mundial. 

 En México, la SEP le apostó al programa Aprende en Casa, que, recuerda Ruiz, recibió varias críticas por inequitativa, limitada e insuficiente, con la que algunos estudiantes perdieron interés por las clases. Aunado a ello, la dependencia, entonces a cargo de Esteban Moctezuma, negó la existencia de la pérdida de aprendizajes, lo que sólo dilató acciones que se tenían que haber tomado de manera urgente.

  Ante esta negativa, miembros de esta organización, en mayo y noviembre de 2021 se dirigieron a las casas de los estudiantes para aplicar encuestas para entender su situación socioemocional y expectativas educativas, y pruebas estandarizadas utilizadas en 14 países del mundo para medir aprendizajes fundamentales en Matemáticas y Español.

  «Demostramos con personas concretas que sí había habido pérdida de aprendizaje. El dato más dramático que nosotros pudimos recolectar es que los estudiantes de secundaria, casi 9 de cada 10 estudiantes, no pudieron resolver un problema de fracciones, que se supone que es un tema en el caso de matemáticas que ya ellos vienen manejando de acuerdo con el currículum escolar desde cuarto de primaria», alerta.

  Hasta 2021, la SEP reconoció el atraso. La organización realizó un análisis de las estrategias emprendidas por esta autoridad en 2021 y 2022 para atender el rezago y abandono escolar y detectaron 188 que consideraron insuficientes y mal enfocadas. De hecho, interpusieron una demanda contra esta dependencia para demandar acciones para reconectar a los educandos con procesos de aprendizaje. 

 Para Mexicanos Primero, la SEP está distraída con la agenda presidencial, con cambio de planes curriculares, libros de texto y no están volteando a ver lo realmente importante que es esta emergencia educativa. 

 «Las autoridades que están en todo, menos en lo que les corresponde: en tratar de recuperar el bienestar de los estudiantes. 

 «No están apoyando suficientemente a los estudiantes. Lo que requieren los estudiantes es un acompañamiento adicional a las clases de los maestros, los maestros están ahorita metidos, distraídos yo diría, en entender qué diablos quiso decir la Secretaría con su plan de estudios, que es un planteamiento irresponsablemente inacabado que lo han estado construyendo en el camino, en la rodillas.

  «Los maestros están ahí peleándose con tal de saber qué es lo que quiere la Secretaría que hagan, y no en atender a los estudiantes que están con rezago educativo. En las escuelas hay mucha confusión y mucho agotamiento por parte de los maestros, entre los estudiantes», agrega. 

 Si se continúa como hasta ahora, advierte, la estimación inicial que realizaron de 10 años de rezago educativo podría extenderse a más del doble. 

 «Como estamos viendo la proyección en términos del grado de escolaridad de la población, pues vamos a tardar más de cuatro sexenios en recuperarlo. Si lo planteamos en este momento», expone al resaltar que los más afectados serían los alumnos más vulnerables.

  Ruiz indicó que existe evidencia de que ampliar el horario escolar reduce el rezago educativo en un tiempo de 3 o 4 meses. Ellos proponen 2 o 3 horas diarias adicionales. 

 Según sus datos, durante la contingencia sanitaria, la caída de la matrícula en educación básica fue de 1 millón 139 mil 571 estudiantes, de los que 652 mil 72 alumnos dejaron la escuela en el ciclo escolar 2020-2021, y 483 mil 499 lo hicieron en el ciclo 2021-2022.

Sin claridad de rumbo

 Marion Lloyd, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM señala que al momento no se vislumbra un programa propedéutico por parte de la SEP o un esfuerzo integral para recuperar estos aprendizajes perdidos.

  Tampoco, agrega, se han publicado de manera oficial los datos de un diagnóstico nacional para saber actualmente cuál es la situación de aprendizajes perdidos.

  «A mí me preocupa, a diferencia de otros países como Chile, por ejemplo, en donde ha habido programas oficiales muy concentrados en las escuelas para realizar primero un diagnóstico para ver cuáles aprendizajes se han perdido. Porque no es lo mismo decir faltaron tantos días o semanas o meses, sino que se tiene que hacer un diagnóstico para saber en dónde están los chicos. Hasta donde yo sé, no existe eso en México», expone. 

 «Si finalmente tiene un efecto boomerang, de que un estudiante que realmente no fue a la escuela durante un año y medio no aprendió casi nada. El tiempo que necesita para recuperar esos aprendizajes puede ser de varios años, si es que logra recuperarlos, por eso la enorme importancia de tener estrategias de clases propedéuticas, de diagnósticos para realmente intervenir y fortalecer las áreas, sobre todo de matemáticas, que es el área donde más se pierde cuando se pierde la continuidad», añade. 

 La experta opina que tampoco observa que la SEP y el Estado en general vislumbren la dimensión de esta problemática. 

 «No he visto que el Gobierno realmente esté consciente de la magnitud del problema y de los esfuerzos que se requieren para entenderlo esta problemática necesita una intervención muchísimo más intensiva y más focalizada con base en un diagnóstico muy detallado», insta. 

 Recuerda que una de las medidas aplicadas por las autoridades educativas fue la de ser comprensivos con los alumnos y no reprobarlos, pero considera que esto no remedia de manera alguna el problema de fondo.

  «Si un alumno sigue avanzando en años escolares sin haber aprendido, adquirido los aprendizajes necesarios, es muy difícil que tenga un buen desempeño más adelante.

 Entonces, en principio ese alumno tendría que repetir el año, pero también hay una política de la SEP de las nuevas peticiones. Hay una resistencia muy grande a que los alumnos repitan años, entonces se trata de que avancen a como dé lugar».

  De por sí, apunta Lloyd, el rezago educativo en América Latina y el Caribe es muy serio, donde 4 de 5 niños no pueden comprender un texto simple y remarca que los alumnos más afectados por esta situación serán los de escuelas públicas, los de zonas rurales, los de pueblos indígenas y todos aquellos que no dispongan de los recursos necesarios para acceder a una educación de calidad.

«Si no hay un esfuerzo es muy difícil que sigan avanzando. Entonces si de por sí había una gran desigualdad en el sistema educativo, pues vimos que aumentó muchísimo con la pandemia. Entonces, una de las repercusiones muy preocupantes es un aumento de la desigualdad, aumento en la pobreza, porque sabemos que hay una correlación muy fuerte entre los años cursados y los aprendizajes de los alumnos, de los de las personas y su capacidad de insertarse en el mercado laboral, entonces, obviamente, el abandono escolar está directamente asociado con la pobreza y también con la criminalidad.

«Muchos de los que no encuentran trabajo, corren el riesgo de tener que buscar otras alternativas. Es un tema de justicia social, es un tema de derechos humanos, de desigualdad, pero también de crecimiento económico y desarrollo económico para el país como un todo. No es solamente un problema para los pobres, es un problema para todos», enfatiza.

Advierten esfuerzos aislados

Marco Fernández, experto del Tecnológico de Monterrey y de México Evalúa, indica que ante la falta de una política nacional para la recuperación de aprendizajes, existen esfuerzos aislados de algunos estados preocupados en medir el rezago y avanzar en la búsqueda de acciones. 

 «Es muy triste observar que hasta ahorita de todo el País sólo cuatro estados: Nuevo León, Guanajuato, Jalisco y Querétaro, son los únicos que han realizado pruebas a nivel de educación básica o media superior y básica y media superior –dependiendo del estado– para poder darse cuenta del tamaño de la afectación en los aprendizajes de sus estudiantes y empezar a desarrollar estrategias de recuperación», dijo. 

 «El Gobierno federal vive en la negación y se esconde en descalificaciones de si las evaluaciones son neoliberales, imposiciones internacionales y demás jerga que lo único que hace es ocultar que no han querido generar información que retrate la indolencia de sus acciones. A mí sí me parece muy triste que el País avance en velocidades muy distintas en materia educativa», opina. 

 El especialista refiere que esto sólo ha causado que la mayoría de los estados avance a ciegas, sin acciones puntuales para en verdad hacer efectiva la recuperación de los alumnos que abandonaron la escuela por múltiples razones a causa de la pandemia. 

 «No basta con anunciar con bombo y platillo una estrategia que decía ‘Vamos por todas y por todos’ que anunció el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación junto con la SEP y, en términos prácticos, eso no se ha traducido en políticas concretas para poder, por ejemplo, tener tutorías para los alumnos que habían abandonado la escuela y entonces sientan que han tenido un apoyo para de poquito a poquito ir recuperándose y animarse a regresar a la escuela», reprocha.

  En este panorama urge a acciones efectivas, como focalizar las becas y no darlas de manera generalizada, para realmente apoyar a los que más necesitan, o programa para recuperar los aprendizaje, pues incluso dijo, la propuesta de aumentar días en el ciclo escolar, fue echado atrás por falta de planeación. 

 «Volvieron a acotar el ciclo escolar, cuando en otros países, de las estrategias que están haciendo para la recuperación de aprendizajes que no se adquirieron en estos años a la distancia es, ya sea ampliar la duración del ciclo escolar acortando las vacaciones, o incluso teniendo jornadas especiales los sábados con, obviamente, apoyos económicos complementarios para los docentes con esta labor», detalla.

  «Nada de eso se ha hecho en México y nos comportamos como si no hubiera habido afectaciones educativas derivadas de la pandemia. Nuevamente un retrato más de la importancia que tiene la educación para un Presidente que tuvo incluso la desvergüenza de decir en la mañanera hace unos meses que no había habido afectaciones educativas derivado de la pandemia. Eso sólo retrata el poco contacto que tiene con la realidad de la educación pública y privada el señor Presidente», expone. 

 Según estudios que ha realizado en las dos casas en donde es investigador, se ha hallado que el rezago escolar es diferenciado. A nivel medio superior, los estudiantes de primer grado son quienes tienen un desempeño menor, lo que explica que son ellos los que cursaron la mayor parte de su secundaria a la distancia.

 Advierte que algunos alumnos de primaria no han aprendido a leer y, sin esta herramienta básica para el aprendizaje, no pueden avanzar. 

 «Por eso se tienen que estar estableciendo estrategias diferenciadas de acuerdo a los grados y eso implica, en primer lugar, contar con la información, esto es, hacer evaluaciones para poder canalizar las acciones, junto con los directores de los planteles y los maestros que necesitan la información para poder hacer estrategias de recuperación.

  «Ningún País está ahorita replanteando hacer libros de texto o ampliar los currículum. De hecho en lo que se han centrado los países es reducir los mismos para poder ser más efectivo en la recuperación de aprendizajes, en el caso de los currículums y con la improvisación que hemos visto, tanto en el diseño de los planes de estudio, no sólo de básica, sino peor aún en la media superior, y la improvisación, digamos enmascarada en declaraciones y descalificaciones grandilocuentes de Marx Arriaga, pero nulo sustento pedagógico, pues terminan abonando más a la crisis educativa que se profundizó con la pandemia», sostiene.

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