La coordinadora señaló que uno de los causantes es el hecho de que en la etapa de adolescencia, los jóvenes no le encuentran un sentido a la vida ya que debido a los cambios hormonales, ni siquiera ellos se entienden, se sienten incomprendidos además de que muchas veces los adultos no les tienen la paciencia que requieren durante este periodo de vida.
Como resultado de esto, los jóvenes van tomando caminos equivocados para evadirse de la realidad, ingresando así en muchos de los casos al mundo de las drogas, desarrollan problemas de alcoholismo y buscan llenar estos vacíos con el sexo, derivando en los embarazos adolescentes.
“Hay ciertos sectores en los que hemos platicado con ellas y ya lo ven como muy natural, la mamá fue mamá adolescente, la abuela también pero no por eso los vamos a seguir”, dijo la coordinadora, evidenciando que esta problemática es también generacional, ya que este grupo llamado subsecuente y que además es el ejemplo más grande, las jovencitas llegan a tener hasta tres hijos antes de los 19 años.
A todos estos factores que afectan a la población de entre los 10 y 19 años, actualmente se le añade que debido al encierro por la pandemia del Covid-19 , estos problemas han aumentado debido al estrés, la violencia y otras afectaciones psicológicas que los empujan a buscar salidas a esta realidad en la que viven y que no terminan de comprender debido a los cambios hormonales.
Otro hecho en la población joven es que hay casos extremos en que dentro un mismo hogar se viven múltiples complicaciones como ser madres jóvenes que además sufren de una adicción y violencia familiar, adicional a otros problemas que podría estar arrastrando y las orillan al consumo de sustancias.
Toda esta problemática en la mayoría de los casos no es más que un conflicto que se repite generación tras generación y que puede ser evitado atendiendo a los jóvenes, informándolos y orientándolos sobre todos estos cambios que sufren durante esa etapa de su vida.