Cubiertos con cobijas, plásticos y cartones, los migrantes permanecen en los márgenes del río, donde se encuentran vigilando policías municipales y paramédicos de Rescate, listos para atender cualquier emergencia.
Están cruzando en grupos reducidos y bajo la supervisión de los agentes federales de Estados Unidos ,quienes mantienen comunicación con policías locales y personal del Instituto Nacional de Migración.