Un duelo agobiante vivió el Rebaño desde la primera parte, en la que se vio incómodo en la cancha sin poder imponer su dominio. Ambos clubes pelearon el balón al inicio del juego, lo que provocó que las acciones se trabaran en el medio campo.
De pronto, apareció un osado Alan Pulido, quien dribló a la zaga de Guerreros y desde la media luna se aventuró con un potente disparo que fue rechazado por el guardameta Jonathan Orozco.
En el esmero por controlar el esférico, los equipos mantuvieron el encuentro en la media cancha, las emociones eran escasas y cuando parecía que el tedio se apoderaba del estadio TSM, los locales soltaron un golpe de manera sorpresiva.
Ante el esquema defensivo que planteó José Saturnino Cardozo, los Guerreros lanzaron un ataque de larga distancia. Gallito Vázquez (ex jugador del Rebaño) recibió un pase retrasado de Jesús Angulo y lanzó un disparo desde fuera del área que no pudo detener el guardameta Raúl Gudiño. Con el tanto, una fiesta en el graderío hizo vibrar al recinto.
Las Chivas estaban obligadas a redoblar esfuerzos para equilibrar los cartones, pero su estrategia daba pocos resultados. Robaban el balón, buscaban espacios, aunque no había orden en la punta y no lograban poner en peligro la meta de los locales.
En cambio, los Guerreros se mantuvieron firmes y aunque tampoco se mostraban como adversarios amenazantes, fueron más hábiles para acercarse al área de los rojiblancos. Brian Lozano buscó el gol con un disparo desde fuera del área que se fue alto.
Poco después, Diego Valdés desbordó por la derecha y mandó un pase a Marcelo Correa, quien definió con un tiro pegado al poste izquierdo, pero Raúl Gudiño alcanzó a desviar el balón con una pierna.
En el cierre de los primeros 45 minutos, los visitantes lograron una jugada de peligro cuando Isaac Brizuela aprovechó un contragolpe y mandó un pase a Pulido, quien falló en el remate al mandar el balón a un costado del arco.
El descanso sirvió para que el Rebaño se sacudiera los temores y salió al complemento con una tónica renovada. Apenas se reanudaba el juego y Josecarlos van Rankin atacó por el sector derecho y mandó un centro para que Ernesto Vega rematara, pero apareció Jonathan Orozco y despejó el balón.
Santos no perdió el control y respondió con un ataque de Marcelo Correa, quien tras recibir un pase definió con un disparo pegado al palo derecho que se fue por arriba del arco.
Ante la mirada de Gerardo Martino, técnico de la selección nacional, y de Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, el encuentro retornó al tedio ante la falta de llegadas.
Desesperado ante la ineficacia de su equipo, Cardozo modificó su esquema y mandó al terreno de juego al delantero Luis Madrigal. Por Santos, entró el ariete Eduardo Aguirre por Marcelo Correa.
El final fue polémico cuando Eduardo Aguirre había logrado llegar a las redes, pero el asistente arbitral marcó un fuera de lugar que frustró el festejo por un segundo tanto. El encuentro cerró con parsimonia y pese a algunos intentos del Guadalajara, no logró rescatar el empate.
Con información de La Jornada