Durante el juicio, Sergio Villarreal Barragán acusó haber visto personalmente cuando Arturo Beltrán Leyva entregaba sobornos en efectivo de millones de dólares a García Luna.
Fue “El Grande” el primer testigo llamado a declarar de parte de la Fiscalía de Estados Unidos y contó su trayectoria donde menciona a Chihuahua.
Describió que dejó la facultad de derecho donde estudiaba, empezó a trabajar para la Policía Federal de México.
En los 90s fue reclutado por el Cártel de Juárez al mando de Amado Carrillo, según dijo el periodista Keegan Hamilton que cubre el juicio contra García Luna.
“El Grande” tenía como labor supervisar un narco-retén de una carretera en el estado de Chihuahua cuando conoció a Carrillo.
Comentó el capo que “unas camionetas se detuvieron un día en el retén y se bajaron personas armadas que vestían uniformes como los nuestros. Era Amado Carrillo… Nos apuntaron con sus armas y luego Amado se presentó y dijo: ‘O te alineas con nosotros o te largas’”.
Aunque comenta que eventualmente se unió al Cártel de Sinaloa bajo el mando de Beltrán Leyva, cuando fue que vio los sobornos para García Luna.
En esa nueva etapa participó en operaciones del grupo de Beltrán Leyva, por ejemplo, una vez ayudó a interceptar un cargamento en el Golfo de México con dos toneladas de cocaína que pertenecían al Cártel del Golfo.