Ciudad de México.- Durante este sexenio, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) disparó sus pasivos por la renegociación de los contratos de los gasoductos y por reducir los años de jubilación de sus trabajadores.

Tan sólo en 2022, los pasivos totales de la empresa que dirige Manuel Bartlett fueron de un billón 905 mil millones de pesos, de acuerdo con el análisis «Empobrecimiento de la Empresas Públicas», realizado por México Evalúa.

Durante 2019, primer año del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y en el que se realizó la renegociación de siete gasoductos, el pasivo de la empresa eléctrica fue de un billón 861 mil millones de pesos.

Esa cifra representa un incremento de 44 por ciento con respecto al billón 293 mil millones de pesos que tenía la empresa estatal en 2018.

«Entre las medidas con mayor impacto sobre los pasivos se cuentan las renegociaciones de contratos de arrendamientos de gasoductos, por los cuales se transporta el principal insumo para la generación de electricidad… La Comisión Federal de Electricidad salió perdiendo financieramente con la renegociación de los gasoductos.

«Un segundo factor que explica el aumento de los pasivos tiene que ver con el hecho de que en agosto de 2020 se revirtieron los cambios realizados en 2016 en el Contrato Colectivo de Trabajo», expone el documento.

Jorge Cano, Investigador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, aseguró que esos dos cambios elevaron los pasivos y afectó sus finanzas.

Hace 3 años, la empresa del Estado realizó una reforma laboral en la que redujo 10 años la edad para jubilación de los trabajadores, lo que provocó que los pasivos totales de la compañía ascendieran a un billón 947 mil millones de pesos.

«En el sexenio pasado, la CFE tuvo un incremento considerable por el reconocimiento de personas jubiladas, pero a partir de 2016 se vio una tendencia de disminución de los pasivos precisamente por las mejores condiciones obtenidas para las CFE en materia de pensiones porque se aumentó la de jubilación.

«Pero al llegar este nuevo sexenio y revertirse los acuerdos logrados en pensiones, se incrementó la deuda; también por el tema de la renegociación de los gasoductos», apuntó Cano.

Además de dichos cambios, consideró el especialista, la deuda de la empresa eléctrica con proveedores creció de manera importante.

La deuda con proveedores, agregó Cano, pasó de 46 mil millones de pesos en 2019 a alrededor de 76 mil millones el año pasado, lo que tiene que ver con el mal desempeño operativo de la compañía.

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