“Los dejaron afuera y no los dejaron ni avisar a sus familias”, denunció Margarita, madre de Saúl, quien cursa segundo grado en esa institución. La mujer asegura que dos horas después de la entrada –que es a las 7:30 de la mañana– del pasado jueves, día que se les impidió el ingreso, la directiva de la secundaria se comunicó con ella para decirle que no habían dejado entrar a su hijo.
Margarita tomó fotos de algunos estudiantes que trataron de brincarse la barda de la escuela por la parte trasera en esa misma mañana, como una forma insistente de entrar a clases pese al veto.
El plantel está ubicado en la calle Santos Dumont y bulevar Óscar Flores. En las fotografías mostradas, se ve a tres muchachos parados en un montículo de tierra, detrás de la barda, entre un territorio llano.
Al intentar contactar a los directivos pero no hubo manera de localizarlos, en tanto que autoridades educativas señalaron que no se habían enterado de la situación.
El subsecretario de Educación, Maurilio Fuentes, dijo que vería el caso con Marisa Cardona, encargada del programa de Convivencia Escolar, para pedir un reporte.
Sin embargo, anticipó: “Antes se llamaban reglamentos escolares, y ahora se llaman programas de convivencia escolar. Las escuelas son formativas y cuando un padre entra a una escuela, firma el programa para respetar algunas reglas. No obstante, pasa que si llega con cabello largo, no se le puede impedir la educación, pero sí los maestros hacen ver que se firmó ese acuerdo”.
Fuentes insistió que se tiene que ver el caso para ver qué fue lo qué pasó.
Mientras tanto, Margarita lamentó: “no se me hace justo, por cómo está el tiempo, la ciudad, me parece que fue una mala reacción de los directivos. Pueden ponerles un reporte y pedirles que regresen al día siguiente acompañados de sus padres para ver qué se puede hacer”, apuntó.
Además, señaló que su hijo ni siquiera llevaba el cabello largo. “Me dijo mi hijo que la perfecta se lo despeinó y así no lo dejó entrar”.