Las niñas, niños y adolescentes, al utilizar videojuegos interactivos o al relacionarse con otras personas en las redes sociales u otras páginas, surge también la propensión a caer en delitos cibernéticos como el acoso, abusos, o extorsiones, por parte de personas mal intencionadas.
El modus operandi de estos sujetos consiste en hacerse pasar por niñas, niños o adolescentes para entrar en su círculo, acosarlos y, de ser posible, contactarlos físicamente, con el fin cometer delitos en su contra. Suelen jugar con ellos a través de mensajes de texto o de voz, con la intención de convertirlos en sus “amigos de juego” y crear una relación de confianza.
Por medio de algunos videojuegos donde los pequeños pueden tener contacto con cientos de usuarios desconocidos, existe mayor vulnerabilidad hacia los jóvenes para cometer ciberdelitos; por ejemplo, el grooming, acción ilícita con fines sexuales que implica el envío de fotografías y contenido erótico.
De acuerdo a datos de la Policía Cibernética, ya existen filtros que los mismos proveedores han implementado, con el objeto de prevenir este tipo de prácticas ilegales, sin embargo, aún existen maneras de ser vulnerarlos por expertos en este tipo de dispositivos, por ello la importancia de permanecer al tanto de las actividades de los infantes a la hora de jugar.
Por este motivo es importante informar a las y los pequeños sobre los posibles riesgos a los que se exponen y educarlos para que no proporcionen sus datos a personas desconocidas, tales como números de teléfonos personales, direcciones, correos electrónicos o nombres de usuarios de sus redes sociales.
Quienes deseen recibir apoyo u orientación de la Policía Cibernética Municipal pueden comunicarse al teléfono 614-442-73-00, extensión 3214, o a través de las redes sociales Facebook y Twitter como @ciberpoliciaCUU.