El estruendo, que sacudió los cristales de las ventanas en toda la capital francesa y sus suburbios, provocó temor entre los parisinos, que viven bajo la amenaza constante de atentados.
Comparable a una explosión, se oyó claramente durante el torneo de tenis de Roland Garros, donde el suizo Stan Wawrinka y su oponente alemán Dominik Koepfer dejaron de jugar durante unos segundos para escrutar el cielo.
«Se escuchó un ruido muy fuerte en París y en su región. No fue una explosión, fue un avión de combate que rompió la barrera del sonido», anunció la Policía de París instando a la gente a dejar de llamar a las líneas telefónicas de los servicios de emergencia.
El Ejército del Aire informó poco después que el ruido fue provocado por un avión caza de tipo Rafale, que despegó de la base aérea de Saint-Diziers (este), para «ir a socorrer a una aeronave que perdió contacto».
El coronel Stéphane Spet, portavoz de la Fuerza Aérea francesa, dijo que se «autorizó a romper la barrera del sonido para llegar lo antes posible».