Bajo el mando del comandante Roberto Riccardi, uno de los principales combatientes del tráfico ilícito de bienes culturales en Italia, la acción se realizó luego de que la embajada de México manifestó a las autoridades italianas su “extrañamiento, indignación y protesta firme” ante el anuncio de la subasta.
“Este tipo de ventas dañan el patrimonio cultural e histórico de México y de la humanidad. Las piezas son sacadas de contexto y son traficadas como objetos decorativos, dejando de lado todo su valor histórico y cultural”, argumentó la representación diplomática en comunicados difundidos en sus redes sociales la mañana del 16 de septiembre.
Añadieron que en cuanto a la legalidad de la subasta de la Casa Bertolami, “la legislación mexicana prohíbe desde 1934 la salida de dichos bienes del país. Al no contar con certificados de exportación, se entiende que se trata de piezas robadas y sustraídas ilegalmente de México. Por lo anterior, la embajada de México en Italia expresa su extrañamiento y protesta firme, y alerta a posibles compradores que se trata de piezas robadas en el caso de las de origen prehispánico. O bien de falsificaciones en el caso de las piezas de reciente manufactura.”
Un dictamen realizado por Alejandro Bautista, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinó que sólo 17 de las 31 piezas agrupadas en 13 lotes pertenecen al patrimonio nacional mexicano. En total, la casa subastadora italiana pretendía conseguir por la venta de estos objetos poco más de 2 mil 300 euros.
Si bien no se trata de una suma onerosa, es la primera vez que autoridades de un país europeo detienen una venta de obras arqueológicas mesoamericanas, en atención a las múltiples protestas que el gobierno de México ha hecho contra esos remates.
El dictamen del INAH detalla que fue el lugarteniente Pompeo Micheli, miembro del Comando Carabinieri para la tutela del patrimonio cultural de Italia, quien solicitó a ese instituto la realización de un dictamen en materia de arqueología a partir de la revisión de las imágenes de las piezas anunciadas como prehispánicas procedentes de México en el catálogo de la subasta a celebrarse el jueves al mediodía (hora de Italia) por la Casa Bertolami Fine Arts.
Diversos orígenes y periodos
Luego de consultar a diversos arqueólogos y revisar bibliografía pertinente, se determinó que las dos figuras antropomorfas de barro del lote 81 proceden de la costa del Golfo de México, específicamente del centro de Veracruz, de filiación cultural totonaca, elaboradas en el periodo clásico mesoamericano (400–900 dC).
Entre las piezas recuperadas también se encuentra un cajete trípode de barro, modelado y pintado que procede del Occidente de México, específicamente de la región de Michoacán, de filiación cultural tarasca, elaborada en el periodo posclásico mesoamericano (1200–1521 dC), el cual alcanzó una cifra en la venta de 340 euros.
También se recuperó una olla de barro con diseños pintados en rojo sobre café en el exterior y dos representaciones zoomorfas en el borde, procedente del occidente de México, de filiación cultural coyotlatelca (periodo posclásico temprano 900–1200 dC), y una olla efigie de barro, que por sus características morfológicas y estilísticas también procede del occidente de México, de estilo Tumbas de Tiro (periodo clásico mesoamericano (200–900 dC).
En el dictamen se incluye un avalúo en euros y pesos mexicanos, “establecido con base en el valor máximo señalado en cada lote por la casa subastadora, ya que no es posible asignar precio económico a este tipo de bienes, pues se encuentran fuera del comercio de conformidad con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos”, aclara el documento.
Los análisis de los especialistas del INAH revelan que Bertolami Fine Arts ofertó como procedente de Teotihuacan un lote integrado por cinco fragmentos de figurillas y un sello de barro, cuando en realidad “son bienes arqueológicos que proceden del territorio que actualmente ocupa Ecuador, de estilo Bahía y Chorrera”, así como una olla efigie de barro que atribuyó al área de Nayarit, cuando, “por sus características morfológicas y estilísticas, se trata de una pieza de origen precolombino elaborada en el territorio que actualmente ocupa Perú, de estilo Moche”.
La mayoría de las piezas proviene de la colección de Maria Pia e Amintore Fanfani, este último acaudalado e influyente político italiano fallecido en 1999, fundador del partido conservador Democracia Cristiana y alguna vez considerado el hombre más poderoso de su país después de Mussolini.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]