Esta semana fue presentado un estudio realizado por expertos en gestión del tiempo de la Universidad de Stanford en Estados Unidos liderado Laura Vanderkam con informes de por John Pencavel, quien mostró que lo ideal en cuanto a jornadas laborales es una semana de 38 horas.
El estudio iniciado en 2014 encontró que la producción de los empleados cae drásticamente después de una semana laboral de 50 horas y cae por un precipicio después de 55 horas.
En cuestión de productividad, de acuerdo con Pencavel, “alguien que dedica 70 horas no produce nada más con esas 15 horas adicionales”.
Además, no tomarse al menos un día libre completo por semana conduce a una menor producción por hora en general.
“De las 900 personas incluidas en el estudio, en promedio trabajaban 8,3 horas diarias. Los resultados mostraron que apenas había una diferencia de una hora entre quienes sentían que tenían mucho tiempo y quienes se sentían presionados por el tiempo. Aquellos que sintieron que tenían menos tiempo en general trabajaron 8,6 horas, mientras que las personas que sintieron que tenían más tiempo trabajaron sólo una hora menos, o 7.6 horas”.
Las conclusiones tras indagar entre el algoritmo diseñado para garantizar una mayor productividad y una mejor calidad de vida fueron las siguientes:
“Para evitar sentir que no se tiene tiempo para nada lo ideal sería una jornada laboral de 7.6 horas. Eso equivaldría a una semana laboral de 38 horas.
Por el estilo de vida actual, el 48% de los adultos que trabajan se sientan apurados por el tiempo y el 52% siente un estrés importante como resultado de esa falta de tiempo.
Una semana laboral de 38 horas es muy similar a la cantidad de horas trabajadas en Dinamarca que, según sondeos, es uno de los países en que la gente dice sentirse más feliz.
Esa nación escandinava ha sido ubicada en los últimos ocho años entre los tres países más felices en el Informe Mundial de la Felicidad”.