Después de llegar al Clásico Tapatío con seis partidos sin ganar y en una semana crítica con indisciplinas y una posible salida de Pauno al Almería de España, las Chivas recuperaron su futbol y contundencia para pintar la Ciudad de rojo y blanco.
En un duelo intenso y accidentado por ambos bandos, el Guadalajara fue amo y señor del partido.
En una jugada fuera del área, Isaac «Cone» Brizuela cedió el balón para Fernando Beltrán, quien no dudó en pegarle un derechazo desde larga distancia para vencer a Camilo Vargas al minuto 8.
En una jugada de ataque del Atlas donde Jordy Caucedo peinó el balón por encima de la portería, de manera accidental Antonio «Pollo» Briseño golpeó con el codo la cabeza del portero Raúl «Tala» Rangel, que tuvo que salir de cambio al activarse el protocolo de conmoción.
Cerca de concluir el primer tiempo, en una escapada de Caicedo, por el sector izquierdo, envió un centro que fue rechazado por Rubén González, en el rebote Aldo Rocha prendió el balón de volea con pierna zurda desde fuera del área para igualar el marcador 1-1.
En la segunda parte, Chivas generó la primera jugada de peligro en un remate a gol de Roberto «Piojo» Alvarado que atajó con los puños Camilo Vargas.
Minutos después, Víctor «Pocho» Guzmán envió un centro al área que no pudo definir correctamente el «Cone» Brizuela frente a la portería. Hubo otro intento en un remate de cabeza por parte de Briseño hasta que por fin el Guadalajara se encontró con el gol.
Otro gran centro del «Pocho» Guzmán por sector derecho que fue picado de cabeza por Ricardo Marín para devolverle la ventaja 2-1 a las Chivas al 62′.
Brian «Huevo» Lozano ingresó al terreno de juego y a los pocos minutos lo abandonó en camilla después de una terrible lesión en la rodilla derecha.
Atlas tuvo reacción al frente con los intentos de Luis «Hueso» Reyes, Caicedo y Rocha, pero la zaga de las Chivas estuvo atenta en los rechaces.
En el tramo final del encuentro, picaron un balón largo para Ricardo Marín, quien mantuvo la calma para perfilarse y definir el 3-1 ante la salida de Vargas, al 84′.
Minutos más tarde, el portero colombiano cometió un penal sobre Roberto Alvarado y el propio «Piojo» tomó el balón para cobrar la pena máxima que significó el 4-1 definitivo.
Oxígeno puro para las Chivas de Veljko Paunovic en lo que podría marcar un nuevo rumbo de unión y resultados en el torneo.
En cambio para el Atlas fue un duro golpe y es su segunda derrota consecutiva con más de tres goles recibidos, luego de ser hasta antes del Clásico, la mejor defensa del torneo.