CDMX.- La disputa entre cárteles de la droga por el control de las aduanas de Tijuana y Mexicali, en Baja California, para el paso de drogas, extorsión a usuarios de garitas, narcomenudeo y cobro de piso a migrantes y comercio, ha ensangrentado esa ciudad fronteriza.

A nivel estatal, Tijuana concentra el 80 por ciento de los homicidios en Baja California, en donde se registró un promedio de cinco asesinatos al día durante el mes de mayo.

Fuentes militares aseguraron a REFORMA que los cárteles de Tijuana (de Los Arellano Félix), Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa pelean las puertas aduanales a Estados Unidos para el paso de narcóticos, principalmente fentanilo y metanfetaminas, además de los mercados de droga locales.

Aunque los Arellano y CJNG formaron alianzas, ya presentan fracturas internas que agudizan la violencia, advirtieron.

«El trasiego de enervantes es la principal causa de violencia. Existen otros delitos que utilizan estos grupos para garantizar un ingreso mensual, pero la principal causa de esta situación es el paso de las drogas», alertó un mando castrense que se desempeñó en una de las aduanas de Baja California.

Alberto Capella, ex titular de seguridad en Tijuana y socio fundador de la empresa AC Consultores, advirtió que el carácter estratégico de la ciudad, derivado de la actividad aduanal, es un factor de la violencia junto con la inacción gubernamental.

«Tijuana tiene una cantidad importante del circulante de recursos por el tema aduanal; es zona clave en el tema de tráfico de personas, factores que hacen de la ciudad un espacio muy lucrativo para las diferentes organizaciones delictivas, genera un conflicto entre ellos y afecta directamente a los ciudadanos», estimó.

«Existen cifras ascendentes en homicidios, ya no sólo de forma dramática sino sistemática y veo varios factores: Tijuana es una zona muy lucrativa para el trasiego de drogas a Estados Unidos y también para el narcomenudeo», añadió Capella.

Se suma, agregó, una falta de estrategia de seguridad, enconos entre los grupos institucionales y falta de gobernabilidad estatal.

«Una tormenta perfecta. Y cada vez más, las autoridades se convierten en expertas en dar justificaciones y no, en dar resultados. Y es sumamente lamentable que teniendo alineados a los tres órdenes de Gobierno, Federación, estado y municipio (Tijuana), en una misma familia partidista (Morena), estén en un nivel de descoordinación y de conflicto político diario, responsabilizándose mutuamente», lamentó el experto en temas de seguridad.

El año pasado, tras el hackeo del Grupo Guacamaya a Sedena, se reveló que en las aduanas de Baja California, principalmente en Tijuana, opera una red de corrupción que alcanzó a militares y altos funcionarios aduanales.

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