La salida del directivo se produce en medio de la crisis de liquidez que atraviesa Evergrande, que a mediados del año pasado acumulaba una deuda por encima de los 300,000 millones de dólares.
En diciembre, la empresa entró en ‘default’, tras incumplir con el pago de intereses de bonos.
A su vez, informaron que su sucesor será Siu Shawn, otro director ejecutivo de la compañía.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que, como Evergrande, habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento.