El calentamiento del Océano Antártico está provocando dichas pérdidas en una velocidad cinco veces más rápida que en los años 90, de acuerdo con un análisis de datos satelitales publicado en la revista Geophysical Research Letters.
La superficie de hielo en la Antártida Occidental se mantuvo estable en 1992, pero desde entonces un cuarto de su extensión se ha ido reduciendo. En las zonas más afectadas han desaparecido más de 100 metros de su espesor.
De perderse el área por completo, el nivel del mal subiría a unos cinco metros, lo que provocaría que se ahoguen todas las ciudades costeras del mundo. Y, según científicos, las pérdidas actuales se están duplicando cada década.
De acuerdo con los científicos, en las islas Pine y Thawaites, más del 50 por ciento de las cuencas de los glaciares se han visto golpeadas.
«Tomando la década de 1990 como punto de partida, el adelgazamiento se ha extendido hacia el interior del territorio durante los últimos 25 años, esto es veloz en términos glaciológicos», señaló el profesor Andy Shepherd de la Universidad de Leeds, quien dirigió el estudio.
«Antes solíamos datar la reducción de las capas de hielo en periodos geológicos, (pero ahora) esto ha sido reemplazado por los tiempos de vida de las personas», agregó.
Según la investigación, las nevadas, que también se han visto afectadas por el cambio climático, son otro factor clave en el mantenimiento de la capa de hielo.
Anteriormente, la nieve que caía sobre los glaciares de la Antártida equilibraba las pérdidas de la superficie cuando los icebergs iban a parar al océano. Pero ahora éstos se están separando más rápido de lo que dicha nieve puede reponerlos.
Otra investigación publicada en enero encontró que la pérdida de hielo en todo el continente antártico se ha multiplicado en seis veces desde 1980, con las mayores afectaciones en el oeste, según The Guardian. Pero el nuevo estudio indica que la Antártida Occidental ha causado un aumento de 5 milímetros en el nivel del mar desde 1992, en consonancia con los hallazgos de enero.
Sin una rápida reducción de las emisiones de carbono que impulsan el calentamiento global, tal y como se estableció en el Acuerdo de París -que el Presidente estadounidense, Donald Trump, abandonó en 2017-, la fusión y el aumento del nivel del mar continuarán por años.
«Antes de que tuviéramos mediciones satelitales útiles desde el espacio, la mayoría de los glaciólogos pensaban que las capas de hielo polar estaban bastante aisladas del cambio climático y no cambiaban en absoluto», indicó Shepherd.
«Ahora sabemos que eso no es cierto».