Patrullas de la Marina y de la Policía peruana recuperaron en las últimas horas siete cadáveres del naufragio de la pequeña embarcación que trasladaba a más de 30 campesinos el pasado viernes.
Inicialmente fueron hallados dos muertos y 11 sobrevivientes que fueron rescatados.
El naufragio de la canoa de pasajeros y carga ocurrió la tarde del viernes en la desembocadura del río Inambari con el río San Gabán, en el distrito de Ayapata, región de Puno.
La búsqueda de los desaparecidos se realiza sobre las riberas, así como en las aguas y el aire con ayuda de buzos y drones. Dos niños, de 12 y 8 años, fueron hallados muertos. «Personal guardacostas en coordinación con autoridades locales continúa con la búsqueda», agregó la Marina.
El operador de la embarcación, que se dirigía al sector de Puerto Manoa en Ayapata, no logró evitar que la canoa se volteara todos los pasajeros y cayeran al río, entre ellos varios niños.
La embarcación tenía capacidad para un máximo de 30 personas, pero el día del accidente superaban los 40, además, llevaban cosechas de frutas y hojas de coca, según la prensa.
Los pasajeros en su mayoría eran campesinos de la comunidad de Esquilaya. «Cuando se apagó el motor (de la canoa) tras un golpe, fue el problema. Por el fuerte caudal, nos volteamos en segundos. Todo parecía un sueño.
Fue rápido y triste, muchos gritaban, sobre todo las señoras que tenían hijos», relató el sobreviviente Arturo Quispe.
La fiscalía abrió una investigación para determinar eventuales responsabilidades por el naufragio. La fuertes lluvias que han caído en Puno causaron la crecida de varios ríos, entre ellos el Inambari, donde ocurrió la tragedia.