Dorian se abatió sobre el archipiélago como el huracán más fuerte jamás registrado en el país, dejando una devastación generalizada y al menos 20 muertos. Pero desde entonces se ha debilitado de forma considerable, pasando de categoría 5 a 2 antes de fortalecerse de nuevo el miércoles por la noche.
La tormenta podría mantener su intensidad durante varios días antes de debilitarse de forma gradual hacia el sábado, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
El jueves temprano, más de 68 mil 700 usuarios en el condado Charleston y al menos 15 mil 200 en Beaufort estaban sin electricidad, de acuerdo con Dominion Energy. Berkeley Electric Cooperative reportó que otros 12 mil 600 clientes estaban sin servicio en el condado de Charleston.
En una nota de prensa, Duke Energy dijo prever que el meteoro causara apagones en 700 mil inmuebles en las carolinas y señaló que había desplazado recursos de 23 estados y Canadá para responder «tan rápido como sea posible hacerlo».
Más de mil 500 personas acudieron a 28 refugios en Carolina del Sur. Los aguaceros comenzaron el miércoles por la noche en la histórica ciudad portuaria de Charleston, situada en una península propensa a las inundaciones.
Conforme se acercaba el meteoro, el viento iba ganando fuerza y hacía que la lluvia cayera de lado, mientras los truenos retumbaban y la electricidad iba y venía en algunos lugares.
Aunque más débil, Dorian seguía siendo una fuerza a tener en cuenta. El ojo de la tormenta, visible en las fotos desde el espacio, estaba a las 8 de la mañana unos 115 kilómetros (70 millas) al sur-suroeste de Charleston y avanzaba hacia el norte a 13 kilómetros (8 millas) por hora sobre el mar, con peligrosos vientos de 185 kilómetros (115 millas) por hora.
Había alertas en efecto para las costas de Carolina del Norte y Sur. Los meteorólogos dicen que el vórtice de Dorian podría avanzar por la costa de Carolina del Norte el jueves en la noche o el viernes antes de ganar velocidad y llegar a las costas de Nueva Inglaterra el sábado.