Las fugas más comunes en los hogares se encuentran principalmente en instalaciones como el lavamanos, fregaderos y depósitos del baño, al igual que en los medidores.
Mediante el monitoreo constante es posible detectar las fugas a tiempo y llevar a cabo su reparación antes de que se ocasione un desperdicio mayor, lo cual además repercute en el monto a pagar en el recibo.
Es por eso que el organismo hace el llamado para procurar que las instalaciones hidrosanitarias de los domicilios funcionen de manera óptima y evitar así el desperdicio del vital líquido, garantizando su acceso a todas las personas.