La desaparición de un ser querido genera dolor, incertidumbre, desasosiego, temor y otros muchos sentimientos difíciles de asimilar. El vacío que deja se convierte en un eco persistente de preguntas sin respuesta», ha afirmado el Rey.
«Esta es la dura realidad a la que se enfrentan numerosas familias en el Estado de Jalisco, en México, donde el flagelo de las desapariciones forzosas ha desgarrado el tejido de comunidades enteras», ha añadido.
Don Felipe ha afirmado que «la desaparición de un sola persona afecta a generaciones, erosiona la confianza en las instituciones y desafía a la conciencia colectiva» y ha elogiado la labor que desarrolla la asociación de familias de Jalisco, así como su «perseverancia y coraje» y ha animado a «no permanecer indiferentes ante la adversidad». «Hoy nuestro corazón late con todos vosotros -ha añadido-, con todo Jalisco y con México. Tenéis todo nuestro apoyo, ánimo».
El premio lo ha recogido María Guadalupe Aguilar, que conmovió a todos los asistentes con su testimonio. «Hoy me siento profundamente conmovida por la magnitud y relevancia de este premio; este es el presente, pero cambiaría todo esto por el pasado, cuando yo tenía a mi hijo», afirmó.
Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (FUNDEJ) es una asociación mexicana que tiene como misión encontrar a las personas desaparecidas en el Estado mexicano de Jalisco; orientan, asesoran, acompañan y consuelan a los familiares en el proceso de denuncia, búsqueda y localización.
Este premio, dotado con 25.000 euros, se instituyó en 2002 mediante un acuerdo entre el Defensor del Pueblo y la Universidad de Alcalá, con el apoyo del Rey. El premio tiene por objeto reconocer la labor de las entidades e instituciones de España, Portugal y demás países de Iberoamérica, en defensa de los derechos humanos y los valores democráticos.