CDMX.- En Naciones Unidas se debate esta mañana el proyecto de resolución impulsado por México y Francia y respaldado en un principio por al menos 20 naciones para demandar a Rusia que ponga fin a su incursión militar en Ucrania, permite la salida segura de desplazados y el ingreso de ayuda humanitaria. De igual modo, que se garantice el respeto a la infraestructura civil como hospitales, centros de salud, escuelas e instalaciones eléctricas y de distribución de agua potable.

Al presentar la iniciativa y pedir a los miembros de la 11ª Sesión Especial de Emergencia de la Asamblea General dejar atrás la apatía en este asunto, el representante de Ucrania, Sergiy Kyslytsya, afirmó que el deterioro de la situación humanitaria es ya una catástrofe que afecta a todas las regiones, hoy de manera particular a la ciudad de Mariúpol en constante asedio del ejército ruso, advirtió.

«Hemos trabajado en una resolución que se titula ‘repercusiones humanitarias de la agresión contra Ucrania’. Dos decenas de estados de todas las regiones son las que han propuesto este proyecto de resolución y es un proyecto resultado de un esfuerzo colectivo y con conocimiento de causa.

“Agradezco particularmente a Francia y a México por su liderazgo decidido durante los largos días de consultas celebradas”, destacó.

Añadió que el texto obliga a actuar para atender a la población civil afectada, ciudadanos extranjeros, estudiantes y periodistas. Al mismo tiempo que se pueda evacuar a las personas que así lo requieran.

“Esto enviará un mensaje contundente y contribuirá a abrir la puerta al accionar humanitario en el terreno. También, logrará que el agresor ponga fin a su guerra.

“Nos alienta la cantidad de países que han copatrocinado este proyecto de resolución que es realmente transregional y que le permite a la Asamblea General hacerse oír alto y claro para poder darle a la paz una oportunidad”, subrayó el embajador ucraniano.

La propuesta reitera la exigencia de la Asamblea General del pasado 2 de marzo votada a favor por 141 miembros para que el gobierno de Vladimir Putin ponga fin a su ofensiva militar en Ucrania.

Sobre este punto, el representante de la Unión Europea se sumó al proyecto de resolución y pidió a la Asamblea General actuar en solidaridad con Ucrania y hacer valer la carta de las Naciones Unidas.

«A la luz de la tragedia que ocurre, la Asamblea General debe asumir su responsabilidad y ocuparse de esta catástrofe humanitaria e instar a Rusia que respete los principios básicos del derecho humano internacional que se nos aplican a todos. En primer lugar, la infraestructura y la población civil no pueden ser blanco de ataques, esto incluye los hospitales, las escuelas, así como la infraestructura de electricidad y de agua, independientemente donde se ubiquen”, sostuvo.

CALIFICA NEBENZYA LA RESOLUCIÓN COMO “ANTIRUSA”

Durante esta primera jornada de debate, Vasily Nebenzya, representante permanente de Rusia en la ONU rechazó el proyecto de resolución promovido por México y Francia, porque, dijo, obedece a intereses de Estados Unidos y occidente, al ser de carácter político calificando como “invasión” la operación militar rusa que buscó “poner fin a la guerra de 8 años que inició Kiev contra la población civil en Donbass y que ha acabado con la vida de 10 mil personas. Una guerra que los colegas occidentales han pasado por alto y le echan la culpa a Rusia”.

El proyecto franco-mexicano tiene como objetivo añadir al texto que ya se votó el 2 de marzo otro documento, un documento antiruso y quiero ser franco, esto va a complicar la búsqueda de una solución en Ucrania porque va a ser un obstáculo a las negociaciones”, dijo.

En cambio, el embajador ruso pidió respaldar el proyecto de resolución alterno que circuló esta misma semana Sudáfrica, en el cual se llama “a todas las partes al cese inmediato de hostilidades” como un primer paso para reducir la situación humanitaria y alienta a un “diálogo político, negociaciones, mediación y otros medios pacíficos con el objetivo de alcanzar una paz duradera”.

Se espera que este mismo miércoles se agoten las participaciones de los representantes permanentes en Naciones Unidas y se vote una resolución.

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