La sandía también ayuda a cuidar de tu cerebro debido a los niveles de potasio y magnesio que tienen, además evita infecciones y problemas cardiovasculares. Ante tantas bondades pareciera mentira que existen tantos mitos alrededor del consumo de este delicioso fruto, el principal es que no es bueno comer sandía de noche.
¿Comer sandía en las noches cae pesado?
Mucha gente afirma que comer sandía durante la cena o por las noches puede hacerte daño y ocasionar indigestión, esto es falso; como sabemos se puede comer fruta a cualquier hora del día siempre y cuando se coma en las porciones adecuadas y no en exceso.
La sandía es una fruta con mucha agua, si se come en exceso puede llegar a provocar que los jugos gástricos se diluyan y la digestión sea más lenta y pesada, pero esto puede suceder a cualquier hora del día, no solo en la noche.
¿Qué otros mitos hay sobre la sandía?
Otros mitos alrededor de este fruto es que no debes mojarte después de comer sandía, aunque parezca extraño, en algunos lugares existe la creencia de no poder bañarse o nadar si antes hemos comido sandía, este mito resulta completamente falso, no hay motivo para pensar que ocurran procesos diferentes en nuestro sistema digestivo provocados por la sandía cuando nos bañamos.
¿Combinar leche y sandía es mala idea?
Existe el mito de que la sandía y la leche son incompatibles, ya que podrían causarte diarrea o vómito una vez consumidas, pero la verdad es que la sandía es como cualquier fruta y no afecta en nada si la consumes junto con un vaso de leche, de hecho, acompañar la fruta con leche durante el desayuno es una práctica común en varios lugares del mundo.
El lado amable de la sandía
La sandía es considerada también un vegetal, en algunas partes del mundo, la sandía además de ser considerada una fruta también es un vegetal debido a que pertenece a la familia de Curcurbitaceae como el pepino o la cabeza. Incluso, en 2007 en Oklahoma se declaró que la sandía es el vegetal oficial del estado.
Además de contener mucha agua, la sandía también es rica en vitamina A que ayuda a la visión, a mantener en buen estado los dientes, encías y la piel. También es rica en potasio, un mineral que nos ayuda a mantener la presión arterial y que fortalece los músculos.
Por último, la sandía es un alimento apreciado debido a que contiene pocas calorías y grasa, ya que solo aporta alrededor de 30 calorías por cada 100 gramos. Esta fruta se recomienda comer como snack entre comidas ya que nos puede ayudar a saciar el antojo.
Ahora que lo sabes, disfruta sin remordimiento ni temor a enfermar, eso sí, todo con medida.