Con el objetivo de garantizar el descanso necesario y para prevenir daño en la salud física y mental de los trabajadores, se busca reducir la jornada de ocho a siete horas.
Además también se busca recortar la semana laboral de 6 a 5 días, además de incrementar las vacaciones que perciben los trabajadores, que actualmente son 6 días por año.
Cambero planteó una reforma al artículo 123 constitucional diciendo que la permanencia prolongada en centros de trabajo repercute de manera negativa en los trabajadores.
“Se manifiestan problemas de salud física y mental, de convivencia social, baja productividad y ocio”, mencionó.
El legislador aseguró que todas estas situaciones van en detrimento del trabajo de calidad y que además no necesariamente están vinculados a salario digno y suficiente.
Según el legislador, el índice de productividad laboral con base en las horas trabajadas no ha crecido desde 2008.
“Es decir, trabajamos mucho y se produce poco”, aseguró.
El diputado busca así cambiar “un modelo de trabajo que lleva más de 100 años y que debe adaptarse a los tiempos modernos”.