El decreto oficial sobre la prohibición fue publicado el jueves, luego de intensas críticas al Presidente Jair Bolsonaro por su manejo de la crisis.
La prohibición coincide con la temporada seca de la zona, cuando son comunes los incendios controlados a fin de despejar vegetación y contar con terrenos listos para la siembra.
Las leyes forestales brasileñas permiten ese tipo de quemas controladas siempre y cuando se tenga la licencia correspondiente de las autoridades ambientales.
Este año aumentaron los incendios controlados, suscitando sospechas de que los agricultores se vieron animados a quemar más ante le retórica de Bolsonaro en contra de las protecciones ambientales.
Bolsonaro ha insinuado que las ONGs están provocando los incendios a fin de desestabilizar su Gobierno.