Tan solo durante el mes de abril, el proceso de crudo en las seis refinerías de Pemex fue de 914 mil barriles diarios, la cifra más alta en lo que va de la Administración.
Las refinerías del País fueron construidas con equipo diseñado para procesar crudo ligero y sólo algunas cuentan con plantas coquizadoras para procesar crudo pesado.
En julio del año pasado, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un proyecto para instalar dos coquizadoras, una en Tula y otra en Salina Cruz, cuya inversión es de 3 mil millones de dólares cada una, pero todavía no entran en operación.
Arturo Carranza, experto en temas de energía, dijo que la estrategia de lograr la autosuficiencia en combustibles y reducir las exportaciones de crudo al extranjero, llevan a la petrolera a forzar las refinerías a aumentar su capacidad de procesamiento para una mayor producción de combustibles, que sólo genera productos de menor valor como el combustóleo.